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viernes, 24 de diciembre de 2010

Prohibido fumar

Mucha gente del oficio médico se ha alegrado por la buena nueva: Prohibido fumar, mejor dicho: Restringido fumar.
Personalmente no fumo y me desagrada el tabaco, pero entre la avalancha de autocongratulaciones me ha llegado una reflexión de un compañero, médico de atención primaria y psicoterapeuta (lacaniano pero sensato). 
Recibió el mail de alguien,-supongo que político- diciendo que ahora sería mas fácil dejar de fumar, que gran ley, que buenos somos,... el discurso autocomplaciente.
El amigo Marcelo, -repito médico de atención primaria y psicoterapeuta- lanza unas breves pero incisivas apreciaciones cuando le contesta con este texto que reproduzco integro a continuación:

Con todo mi respetoNo es mas fácil dejar de fumar desde la prohibición.
Es proponer lisa y llanamente: "cambiar el síntoma".
Serán mas obesos, mas hipertensos, mas neuróticos, mas infelices...
Desde nuestras consultas abarrotadas de síntomas (que no enfermedades) los paciente demandan "la escucha" mas que "la receta".
El medicamento "perpetúa al síntoma",  no cura y el alivio es solo pasajero.
"Al síntoma hay que escucharlo, no tratarlo". Lo que hay que tratar es el origen del mismo.
La ansiedad, la depresión, esconden a un sujeto que habla...
El modelo socio-sanitario actual sostiene a los grandes imperios farmacéuticos con la invención de medicamentos que justifiquen la creación de nuevas enfermedades, léase  fibromiálgia, trastorno por déficit de hiperactividad y un suculento etcétera...
La psiquiatría genetico-biologista y la psicología cognitivo-conductual marcan actualmente el modelo imperante y cuidan muy especialmente que voces disonantes desde la psicología dinámica y el prohibido psicoanálisis se pueda alertar de este sinsentido.
Para mantener el modelo es necesario que desde nuestras consultas sigamos con este "furor curandis" y no preguntar al paciente que es lo que le pasa, porque si nos contestan no sabríamos que decir...no existe la formación para ello.
Mas formación en las Universidades y cambiar el modelo de la SALUD MENTAL, ofertando tratamientos psicológicos apropiados  que amortizarían el gasto en medicación y así evitarían la cronificacion de enfermedades que derivan en tratamientos inadecuados e innecesarios.
El pobre fumador será estigmatizado como cualquier otro que se atreva a cuestionar el modelo a seguir...

Dr. Marcelo J. Fernández Oriol
Médico de Familia IbSalut -Psicoterapeuta


jueves, 23 de diciembre de 2010

chiste (¿?)

"Equipos de psicólogos se desplazan con urgencia a las zonas donde no ha tocado el Gordo de la lotería"


El chiste no es mío, aparece en el heraldo de Aragón, pero me parece bueno en estas fiestas que el espacio entre deseo y realidad no se llene de frustración/ansiedad/psi sino de humor .

jueves, 16 de diciembre de 2010

Cambio de definición

Buscando para contestar a Jony y a Jose he caído en la definición del diccionario de psicoterapia, y he visto que será un artículo enmendado. En la 23 edición cambiará.
¿ cual sera el cambio sibilino que realizan?
pues pasar de 
1. f. Psicol. Tratamiento de las enfermedades, especialmente de las nerviosas, por medio de la sugestión o persuasión o por otros procedimientos psíquicos.
a
1. f. Psicol. Tratamiento de enfermedades mentales, psicosomáticas y problemas de conducta mediante técnicas psicológicas.


Asi que el DRAE, recogiendo el saber popular:

  • Fomenta la división medicina vs. psicología al especificar los tipos de enfermedades. Así que ya sabéis: en el cáncer, enfermedades reumáticas y autoinmunes o en el enfermar habitual la psicología no entra (la psiquiatría es una manta que ya no puede estirarse más para cubrir cuerpo y mente y tendrá que partirse)
  • Evita palabras feas como sugestión y la persuasión (Jesús, ya no digamos la manipulación) que son la madre del cordero en muchas psicoterapias.
  • Nos hablan de unas sacrosantas y misteriosas TÉCNICAS. Palabra que me cabrea por ser que lo técnico (que viene del griego τέχνη arte) tiene que ver con la habilidad del que desarrolla la técnica y con la técnica en si. Niega al otro. Niega el encuentro y la relación. Además no aporta nada a la definición unas "técnicas psicológicas" ¿eso qué es? 

Y si tenemos en cuenta que la primera entrada de psicoterapia en diccionario es en 1936: Tratamiento por  la persuasión o sugestión de los síntomas y de ciertas enfermedades. Creo que las tendencias son acotar el campo y cierto esoterismo ("técnicas psicológicas"... valiente elipsis)

jueves, 9 de diciembre de 2010

Los psiquiatras no tenemos bolas (de cristal)


Nadie puede ver el futuro. Podemos hacer predicciones, cálculos más o menos aproximados, pero nadie puede ver el futuro. Nadie tiene bolas de cristal en su despacho.
Hace años, no podía decir a un paciente con esquizofrenia que con ponerse un inyectable una vez cada quince días se iba a evitar tener que tomar pastillas cada día. Tampoco podía decir a los padres de un paciente con síndrome de Down que la supervivencia era de 60 años y que tenía mayor riesgo de demencia. Ante las sorpresas, casi diarias de los avances de la ciencia, ante los cambios de la sociedad; ¿quién puede condenar a alguien a la cronicidad?
El concepto de enfermedad psiquiátrica como cadena perpetua es un concepto obsoleto, propio del siglo XIX, que hoy día roza lo ridículo. Actualmente no se puede decir a nadie con absoluta certeza que “tendrá que tomar medicación para toda la vida” porque ¿quién sabe los avances que vendrán en un tiempo? 
Un motivo es por el propio terapeuta (que no puede ver el futuro y sólo puede hablar de posibilidades y no de absolutos) y otro es por quien acude con un problema, ya que el cerebro se ve influenciado por lo que llega al cerebro. Una mala noticia, un desaire grave por una persona de confianza, inculcar creencias negativas en una persona que sufre, una profecía terrible, insuflar desesperanza hace que sea más difícil el tratamiento y empeora el pronostico. En las enfermedades mentales absolutamente nadie tiene la última palabra.
Es verdad que hay un número de enfermedades mentales que requieren la toma de medicación durante un periodo indeterminado de tiempo, y también, que hay que valorar la situación específica de cada paciente para ver su evolución. Pero también es cierto que en una única consulta no se puede hacer un pronóstico catastrofista por dos motivos principales. El primer motivo es que nadie puede ver el futuro, el profesional de la salud mental con los conocimientos actuales puede hablar de posibilidades o probabilidades, pero no de absolutos.
El otro motivo es la situación de la persona que acude demandando ayuda, -habitualmente una situación de expectación y atención sostenida, esperando un solución- . Estas circunstancias le hacen estar muy influenciable. Una mala noticia, un desaire grave efectuado por una persona de confianza, inculcar creencias negativas, una profecía terrible, o insuflar desesperanza, en ese momento de especial vulnerabilidad, puede difícultar el tratamiento y empeorar el pronóstico.
En las enfermedades y trastornos mentales, absolutamente nadie tiene la última palabra.
Nadie puede decir que una medicación es para toda la vida, porque nadie sabe como será la vida de ese paciente en el futuro. En la consulta me he visto sorprendido con depresiones graves de larga evolución, resueltas por el paciente tras acudir a psicoterapia y cambiar de actitud y de pensamiento, he visto también, esquizofrenias con clínica persistente que desaparecen sin dejar huella cuando el paciente deja de fumar hachís e inicia una relación sana de pareja, ansiedades “de seis comprimidos al día” que desaparecen y ya no necesitan medicación al cambiar de trabajo,… la capacidad de renovación del ser humano es sorprendente.
Para ilustrar el tema de dejarse llevar por los pronósticos, válgame esta anécdota: Hace poco apareció en las noticias de la televisión la historia de un cómico inglés al que le diagnosticaron una enfermedad incurable y le dieron tres meses de vida. El cómico se gastó todo su dinero en una serie de caprichos inútiles y viajes. Cuando volvió a su Inglaterra natal le informaron que se habían equivocado de diagnóstico, que padecía una enfermedad rara, pero que se podía curar. Ahora está vivo pero tiene un nuevo problema: está arruinado.
Los avances en medicina son sorprendentes, los avances en las técnicas psicológicas son cada vez mayores, nadie sabe que nos traerá el futuro.
Para terminar, una acotación sobre lo que contaba al inicio, de cómo ha aumentado este siglo en más de veinte años el pronóstico de vida en el síndrome de Down. Hay que tener en cuenta que no ha sido por los avances de la medicina, ni de la psicología, sino por los avances de la sociedad. Hace (no tantos) años los pacientes afectos de síndrome de Down vivían a cargo de sus padres sin salir prácticamente de casa, siendo una carga, y en algunos casos, una vergüenza para la familia. Hace unos años la sociedad cambió y comenzó a aceptarlos a pesar de su diferencia y a integrarlos socialmente. Así pues ha sido el cambio social,-conseguido mediante la lucha de asociaciones de familiares y la información,- que pasó de ver el síndrome de Down como un castigo divino, a verlo como una persona con relativa discapacidad que puede mejorar, la que ha dado una mayor esperanza de vida para estos pacientes.
Quizás alguien pueda leer el futuro en las líneas de la mano, pero las líneas de la mano están donde están; en nuestras propias manos.

martes, 7 de diciembre de 2010

y hablando de móviles...

Al hablar de los móviles Jesús hace un buen comentario sobre la responsabilidad de uno mismo sobre la tecnología. Se pueden apagar, poner en modo silencio, dejar en casa...
Ya hay ciertas normas de cortesía y urbanidad aprendidas (ya no suenan con tanta frecuencia en cines y conferencias) pero aún faltan de aprender algunas.
El tema está en que la culpa no es del móvil, si no de la mano que enciende el móvil, pero no de la mano que enciende el móvil, sino del ser humano que controla la mano que enciende el móvil, pero no del ser humano que controla la mano que enciende el móvil, sino de la crianza de ese ser humano que controla la mano que enciende el móvil, pero no de la crianza  de ese ser humano que controla la mano que enciende el móvil, sino de la sociedad que estimula esa crianza de ese ser humano que controla la mano que enciende el móvil, pero no de la sociedad que estimula esa crianza de ese ser humano que controla la mano que enciende el móvil, sino de la historia que cae sobre esa sociedad  que estimula esa crianza de ese ser humano que controla la mano que enciende el móvil...
y siguiendo otro camino podríamos ir por  mano, cerebro, neurona, evolución,o podríamos ponernos más clásicos y llegar a Dios que todo lo puede, o más sociales e ir hacia el  marketing y su dominio para el uso y abuso, o podríamos caer en lo poético y recurrir a Borges y citar el final del soneto que recitó Marcela:

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza. 
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza 
de polvo y tiempo y sueño y agonías?

Es decir, que en el tema de responsabilidades uno puede hacerse cargo o diluirse en excusas, y siempre tendrás una teoría que te excuse, un algo a lo que echarle la culpa.
La otra opción es el valor de la responsabilidad. En este mundo de individualidades ya sólo se echa mano a lo  social, lo común para esconderse cuando suena el móvil en la sala.

sábado, 4 de diciembre de 2010

breve comentario sobre los móviles

Los teléfonos móviles son bastante criticados. Son molestos, se inmiscuyen, quitan intimidad, te hacen estar localizado, le suena al de al lado,... pero los actuales tienen una cosa buena: avisan con música de lo que sucede. Si me llama alguien de mi familia suenan the sonics, si me tengo que despertar leonard cohen, si me llama mi mujer I´m a man, si tengo alguna obligación escogida fatboyslim, -que también suena si es algún desconocido, - si me llaman del trabajo beastie boys...
En tiempos antiguos los pregoneros tocaban distintas músicas para distintos eventos, las campanas también sonaban diferentes según el evento. Nadie escogía la música. Una musica para toda la comunidad, una música para cada evento..
La ventaja del móvil es que cada uno escoje la música que quiere que le suene en el momento determinado, la elección del individuo frente a la imposición de la colectividad . La desventaja que también oyes lo que le acontece al vecino y el vecino oye lo tuyo, la disolución de la intimidad... cada vez creo más en la tercera ley de Newton, esa que: Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria.
Por cierto ¿Quién se pondrá esta versión  o esta versión (virtuosa)?
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