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lunes, 28 de marzo de 2011

Reacciones normales ante la agresión indiscriminada.


La victimología es una rama de la criminología que estudia las consecuencias de las agresiones que un ser humano sufre a manos de otro. En España, ante la triste y amplia experiencia con la que contamos en víctimas de atentados, se puso en marcha el programa Fénix para estudio de las reacciones de las víctimas. A este estudio y al libro de B. Baca, “la violencia y sus víctimas, psicopatologia” me voy a referir a lo largo del siguiente texto.
Las reacciones psicopatológicas de la víctima se encajan dentro de lo que se ha llamado «reacciones al estrés». Evidentemente una acción (ser atacado) causa una reacción. Estas reacciones son normales ya que van a aparecer en el cien por cien de la población afectada. No constituyen una patología específica, sino una actitud normal, que la víctima va a adoptar tras la ocurrencia del hecho traumático. Algunas de estas reacciones, por ser excesivas, o distorsionar la vida del individuo afecto podrán ser patológicas, pero en general no lo son.
Normalmente primero aparece sorpresa, desconcierto, desolación y sentimientos muy profundos de indefensión y abandono, no solo en la victima directa, sino también en familiares y el grupo social cercano a la víctima. A veces se ocultan las consecuencias de la agresión sufrida, y hablar del tema es como un escarbar doloroso en la herida, una confesión de un fallo por no haber sabido defenderse o evitar la agresión, aunque esta haya sido inevitable.
La creencia de que el mundo es un lugar seguro está impresa en nuestra cultura occidental, los accidentes son considerados como muy poco probables y ser víctima hace que estas ideas tan arraigadas tiemblen. A veces algunas víctimas niegan lo ocurrido, con sensaciones de incredulidad y rechazo, esta reacción se da en un mínimo número de personas y si se da suele ser indicativo de problemas posteriores.
Tras esta primera reacción de sorpresa, las reacciones normales se han dividido en dos grupos muy diferenciados a los que se han bautizado con nombres muy similares: la «reacción asténica» y la «reacción esténica». Como los nombres técnicos pueden confundir les denominaré de una manera descriptiva: la reacción depresiva y la reacción airada. Hay que tener en cuenta que estas reacciones no se eligen, ni en calidad ni en intensidad. La historia de cada individuo hará que la reacción vaya en una u otra dirección y que sea más o menos intensa tanto en el momento como a lo largo del tiempo.
La reacción depresiva consiste en prolongar los sentimientos iniciales de abandono e indefensión y caer en la pasividad. Hay una pérdida de interés por todo lo referido a la agresión. Esta actitud lleva a no buscar ayuda, no interesarse por las circunstancias de la agresión o el trauma sufrido, y rechazar cualquier implicación en procesos legales o indemnizatorios que le pudieran afectar.
Esta actitud se puede confundir con que se ha superado el trauma. Se cree que como no habla de ello, y vuelve a su vida normal está superado. En algunos casos es así y tras un periodo de tiempo, más o menos prolongado, la víctima se readapta y asume su situación, pero en otros casos esto trae situaciones patológicas años después de la agresión porque el acontecimiento vital que supone no ha sido integrado en la biografía del sujeto.
En este grupo de actitud “depresiva” no son raros los sentimientos de culpa, como si la victima tuviera responsabilidad en la actitud del agresor. Esta culpa suele expresarse como autorreproches por no haber sabido evitar la situación, por haber ido por la calle ese día o, incluso, haber provocado la agresión inadvertidamente.
Por el contrario, el otro tipo es la reacción “airada” que consiste en una externalización de la culpa y la generalización de ésta a prácticamente todo el mundo. Tras la sorpresa común pasa a reacciones de rabia y odio contra el agresor, que en breve se generaliza a todo el mundo, agresor, fuerzas de seguridad, el ayuntamiento, la sociedad,..... Las consecuencias de este tipo de reacción son las beligerantes posiciones reivindicativas hacia los poderes públicos como responsables subsidiarios, conductas querulantes (es decir que lo llevan todo a juicio), sintiéndose continuamente perjudicados en sus derechos como ciudadanos. Esta reacción tiene una parte positiva por luchar para que no se olvide lo sucedido y obtener una compensación, pero puede llegar a hacer perder a algunos individuos el norte de su existencia, centrándose en un único suceso negativo, haciendo que el resto de su futuro gire en torno a ello.Tanto una como otra reacción son absolutamente normales siempre y cuando no lleguen a suponer una distorsión en la vida del individuo.
Para salvar cualquier tipo de herida psíquica tras una agresión los autores recomiendan el apoyo social, el hablar del tema con los más cercanos e integrarlo como un episodio más en la biografía de la persona, como un acontecimiento que ha sucedido. Un accidente que no se ha podido controlar pero que ha acaecido.

domingo, 20 de marzo de 2011

¿En qué medida resultan de utilidad los marcadores biológicos y las pruebas neuroendocrinas en el estudio de los trastornos psicopatológicos?

Esta es la pregunta que me hacen en el master de psicopatología. Yo -inocentemente- he respondido lo que pensaba. Luego gracias a una compañera en el foro del curso, me han informado que valoran: desarrollo de los contenidos, elaboración personal y presentación. La presentación es la que hay, la elaboración personal es contraria a los contenidos y los contenidos del texto los pongo en unas trece palabras... Así que aquí dejo el que hecho y ahora voy a hacer uno diferente para que no me suspendan, que me conozco....

Desde la división platónica entre el mundo real y el mundo de las ideas hemos vivido una dualidad que a veces ha sido apoyada y a veces atacada desde las ciencias humanísticas como psicología o medicina.
Descartes con la división en res cogitans y res extensa sigue presente en el pensamiento de muchos profesionales de la salud mental -aunque Damasio, y su esposa, ya hayan comentado “el error de Descartes”-
Sirva esto como introducción para valorar que aún siendo la mente un constructo -y constructo social según autores- toda su actividad tiene un correlato anatómico. No quiere decir esto que toda la actividad mental se pueda recudir a un plano bioquímico/anatómico, como nos hemos sentido tentados muchas veces de hacer a lo largo de la historia. Evidentemente mi mente no funciona igual si mi nivel de glucosa baja, pero por una parte esta disfunción no sería una enfermedad mental y por otra parte, mi nivel de glucosa también se verá alterado por circunstancias de mi vida externas a mi organismo.
Cuando hay una alteración en la psicopatología sabemos que existe una alteración de la homeostasis del individuo, pero hemos de pensar que la causa puede no ser mental, si no ser debida a una alteración orgánica. Las alteraciones del cuerpo tienen una respuesta en la conducta, así que ante una alteración psicopatológica hay que determinar si es de carácter puramente “mental” o causada por una noxa. Por ejemplo la depresión se asocia a numerosas enfermedades como la patología tiroidea (hipertiroidismo e hipotiroidismo), enfermedad de Cushing, hiperparatiroidismo, demencia de Alzheimer, déficit de vitamina B12,,...y otro ejemplo, interesante por lo frecuente del síntoma, es la ansiedad. Esta suele asociarse a hipertiroidismos e hipotiroidismo, feocromocitoma, hipoglucemia, trastornos vestibulares, encefalitis...
Es decir, numerosos marcadores biológicos nos sirven para establecer el diagnóstico diferencial entre trastorno mental y enfermedades no psiquiátricas en los distintos trastornos psicopatológicos.
En el texto señalan que “ninguno de los marcadores parece tener aún la sensibilidad y especificidad, que puedan hacer de ellos un instrumento claramente útil en la practica clínica de rutina”. De momento las prueba de supresión con dexametasona y la prueba de estimulación con tirotropina han sido utilizadas. Su falta de sensibilidad y de especificidad frente a otras enfermedades mentales las han marginado a estudios de investigación. En la década de los ochenta hubo numerosos experimentos de producción de ansiedad con inyecciones de lactato,etc... que si bien abrieron un camino esperanzador para una visión puramente bioquímica del comportamiento humano se desvanecieron sin dejar rastro y ya no se han repetido.
Una de los principales problemas a la hora de encontrar marcadores biológicos es que no hay diferencia en las sustancias que existen entre el cerebro de los diferentes individuos -salvo intoxicaciones-. No hay un aminoácido, hormona, o sustancia conocida que aparezca únicamente en los cerebros de los que tienen alteraciones mentales. Estas surgen -o hacen surgir- alteraciones de la homeostasis, difíciles de medir con nuestra ciencia actual y más difíciles aún de valorar en su sentido clínico. La diferencia entre un cerebro y otro no parece basarse simplemente en términos cuantitativos -a nivel biológico-. La diferencia entre uno que sabe orientarse bien y otro que no, se puede ver por el número de conexiones neuronales en la zona temporal pero siempre a posteriori. Es decir, podemos ver que los taxistas londinenses -hábiles en orientarse- tienen mayor la zona temporal pero eso no implica que tener grande la zona temporal quiera decir que uno sabe orientarse bien. Una analogia sería la de las manos de un pianista. No todos los que tienen manos de pianista son pianistas pero los que son pianistas tienen manos de pianista.
Actualmente podemos diagnosticar enfermedades que tienen como síntoma una enfermedad mental, es decir, enfermedades causantes de alteraciones cerebrales que causan un síntoma de sufrimiento mental, pero no podemos discernir el grado de afectación ni sufrimiento psíquico basándonos en marcadores biológicos y las pruebas neuroendocrinas.


martes, 15 de marzo de 2011

De vuelta

Me he ido a Budapest a pasar cuatro días. En el viaje por tema de trasbordos me he pegado horas en el aeropuerto (más de ocho). Afortunadamente llevaba revistas atrasadas de la AEN en formato PDF y he podido leer esta perla:
"el saber ha dejado de basarse en un ejercicio esforzado o premioso para nutrirse de partículas cazadas a gran velocidad"
Si pienso en twitter, facebook (esta se puede traducir por caralibro, la de antes no se si es traducible), los titulares, los "resúmenes"de la psiquiatría actual,... veo que estamos en la cultura del slogan, de la frase que cabe en una camiseta, de la idea -no muy grande- que se puede garabatear en la pared.
A lo que apoyo con estas partículas sacadas de la revista de la AEN:
"no somos ajenos a que el discurso psiquiatrico se haya vuelto único e insustancial"
Si esto escribe Fernando Colina en una editorial de la AEN, - la  revista elegante y pensante de la psiquiatría actual- que dirán los de otras revistas de discurso monolítico donde sustituyen la reflexión por la varianza y la covarianza. ( a no ser que no practiquen la autocrítica y se refocilen en su buen hacer),
En esta revista se puede leer al siempre recomendable Tizón con una de esas frases que hacen pensar:

A menudo se afirma que la esquizofrenia es un trastorno genéticamente determinado porque “los familiares biológicos de primer grado de los sujetos con esquizofrenia presentan un riesgo para la esquizofrenia aproximadamente diez veces superior al de la población general (¿??). Las tasas de concordancia para la esquizofrenia son mas altas en los gemelos monocigotos que en los dicigotos....”, etc. Luego, las matizaciones a tales afirmaciones que aparecen descritas... pero a pie de página o “en letra pequeña”. Es una buena “muestra en estado de transición” de cómo los factores psicológicos individuales y familiares así como los factores sociales tienden a desaparecer de los textos, guías y resúmenes: primero se reducen; luego, pasan a letra pequeña o a pié de página; al final, ¿desaparecerán?
Y más cosas que animan,.... a la lucha.
En fin que otra psiquiatría tiene que ser posible, y que merece la pena salir del villorrio.
Una entrada porque si, porque hacia días que no escribía aquí, ni leía lo que escribiais y lo echaba de menos

miércoles, 9 de marzo de 2011

ASUNTO DE POLITICA

En un nuevo arrebato de las cabezas pensantes (en este caso Duran i Lleida) contra las ciencias humanistas y las terapias psicodinámicas pretenden que la única terapia aportada desde la salud pública -y centros concertados- sea exclusivamente la cognitivo conductual. 
Lo distribuyo desde aquí y os pido que lo distribuyáis. Ya sabéis lo de Bertold Bretch
Primero cogieron a los freudianos,
y yo no dije nada porque yo no era un freudiano.
Luego se llevaron a los psicodinámicos,
y no dije nada porque yo no era un psicodinámico.
....,
Y cuando finalmente vinieron por mí,
no quedaba nadie para protestar.



TEAdir TE SOLICITA TU APOYO URGENTE

El pasado día 11 de enero el grupo parlamentario CiU presentó a la Comisión de Sanidad y Política Social del Congreso de Diputados en Madrid una “Proposición no de ley para la mejora de la atención a las personas con trastorno del espectro autista”, que fue aprobada con los votos de PSOE, PP y CiU. Esta proposición no de ley presenta un claro sesgo ideológico de consecuencias graves y preocupantes.
De manera que insta a estudiar la implantación de la atención a personas con TEA únicamente desde la perspectiva conductual, ignorando y menospreciando así otras orientaciones que desde hace años se ocupan de ello en la red pública de salud, educación y servicios sociales, a menudo con resultados notables.
Desde nuestra asociación creemos, y tenemos la experiencia, de que otras terapias son tanto o más válidas para tratar los casos de Trastorno del Espectro Autista como la propuesta por CIU.
Clicando aquí accederás al texto donde te explicamos las razones para solicitarte tu apoyo y mostrar así nuestro desacuerdo con la "Proposición no de ley para la mejora del tratamiento de personas con el trastorno del espectro autista”.
Se puede consultar el texto de la proposición aquí y el texto de la carta remitida al señor Duran i Lleida aquí


TEAdir – Asociación de padres, madres, familiares y amigos de personas con TEA – Trastorno del Espectro Autista
(Autismos i Síndromes de Asperger)
CIF G-55073613
www.associacioteadir.org / (+34) 647 57 33 39 / 620 46 31 02 / associacioteadir@gmail.com



yo insistiré en unos días...

lunes, 7 de marzo de 2011

Otra vez la epilepsia....

Resulta que me he puesto a estudiar un máster en psicopatología y salud por la UNED. 
Me parece que la orientación será un pelín cognitivo conductual pero en fin... no nos haremos daño.
Me han mandado abundantes libros -ahora que me he pasado al e.book por temas de espacio me hacen esta puñeta- y algunos de ellos parecen interesantes-un par ya los tenía-.
Es útil estudiar formalmente porque me hacen preguntas que serán evaluadas. Así me obligo a buscar información de cosas que no me interesan tanto y no me focalizo en una sola visión. Tengo que actualizar esas frases aprendidas- no recuerdo donde, no recuerdo de quién,- que forman parte de nuestro trabajo diario.
Para uno de los módulos para la evaluacion  me han hecho tres preguntas

1. ¿Qué aspectos básicos hay que tener en cuenta en la relación terapeuta-paciente? 
2. ¿En qué medida resultan de utilidad los marcadores biológicos y las pruebas neuroendocrinas en el estudio de los trastornos psicopatológicos? 
3. ¿Qué componentes podemos distinguir en la comunicación no verbal?

La primera está en el libro, (ya la colgare en el blog cuando la acabe de dejar pulida) y buscando respuesta a la segunda he encontrado un dato que no conocía: el trastorno psiquiátrico diagnosticado con mas frecuencia en la epilepsia es el trastorno de personalidad -según el articulo de depresión en enfermedades médicas-
Los criterios generales de este diagnóstico dicen (corto y pego del dSm)

A. Un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto. Este patrón se manifiesta en dos (o más) de las áreas siguientes:
1. cognición (p. ej., formas de percibir e interpretarse a uno mismo, a los demás y a los acontecimientos)
2. afectividad (p. ej., la gama, intensidad, labilidad y adecuación de la respuesta emocional)
3. actividad interpersonal
4. control de los impulsos
B. Este patrón persistente es inflexible y se extiende a una amplia gama de situaciones personales y sociales.
C. Este patrón persistente provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
D. El patrón es estable y de larga duración, y su inicio se remonta al menos a la adolescencia o al principio de la edad adulta.
E. El patrón persistente no es atribuible a una manifestación o a una consecuencia de otro trastorno mental.
F. El patrón persistente no es debido a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) ni a una enfermedad médica (p. ej., traumatismo craneal).


No voy a entrar en que no se considere a la epilepsia (enfermedad cerebral de características similares a la esquizofrenia como ya deje en una entrada y otra) como causa de esa personalidad "trastornada". Eso supera mis conocimientos.
En lo que voy a entrar es que, personalmente, siempre me había extrañado que las crisis epilépticas (que se resuelven), fuesen  un diagnóstico por el que te llevaban al manicomio y perdían la llave hasta bien entrado el siglo XX.
Parece, si pensamos que las características de los epilépticos no habrán variado mucho desde el siglo XVIII, el ingreso en la institución sería tanto por las crisis como por el periodo intercrisis en el que no se adaptaban a la sociedad por su trastorno de personalidad.
Y esto me deja otra duda ¿como pasa la epilepsia de la psiquiatría a la neurología? como se lleva a cabo ese traspaso: ¿de manos de las histéricas de Charcot? ¿de manos del electroencefalograma?
El paso de la sífilis del manicomio al departamento de infecciosas, vía treponema, se entiende pero ¿el de la epilepsia?

Quiero señalar que esta reflexión es un puro divertimento.Me faltan datos de frecuencia de trastorno de personalidad en epilepsia, datos históricos, de conocimiento sobre como sería la evolución natural de esa enfermedad, que antes pertenecía a la psiquiatría y ahora es de los neurólogos.

En fin, que si alguien tiene el teléfono de Berrios que llame y se lo pregunte.

viernes, 4 de marzo de 2011

La autorevelación en psicoterapia


En las psicoterapias -formales- suele haber unos presupuestros teóricos, y sobre estos presupuestos se desarrollan, experimentan y consolidan unas técnicas. Por ejemplo, si en tus presupuestos teóricos se admite la existencia del inconsciente como un lugar de recursos y se admite que el paciente por si solo puede arreglarse, se permite experimentar con la técnica de decir “yo no puedo hacer nada por ti”. Si funciona -porque muestra su utilidad- y es cabal con la teoría que la sostiene se acepta
Para poner un ejemplo sencillo las técnicas son como herramientas: esta la técnica del martillo, la del destornillador,la de la llave inglesa...  y las utilizamos.
¿que técnicas sirven?
Pues en psicoterapia parece que todo sirve. Solemos decir que siempre hay una escuela que justifica lo que hagas. Si no hablas al paciente/cliente: frialdad psicoanalítica o distancia terapéutica; si te vas de copas con él: terapia de Rogers, si le pides que haga el pino tres veces en ayunas: psicomagia de Jodorowsky... y si a esto le añadimos que ahora está eso que llaman "eclecticismo" -que opino es un batiburrillo de “coge lo que quieras de lo que quieras mézclalo y usalo como te venga en gana”- veremos que, a no ser que exista una buena formación, se pueden saltar los presupuestos teóricos para hacer lo que venga en gana. En la caja de herramientas/técnicas hay gente que mezcla monedas, destornilladores, bocadillos de ternera, periódicos viejos, zapatillas y pasta de dientes. Eso es no tener presupuestos teóricos. Otros tienen las cosas más ordenadas. En ocasiones demasiado ordenadas y eso a veces incapacita un poquito.
En mi opinión -y según los presupuestos teóricos que acepté- creo que cualquier terapeuta debería estar “pasado por terapia” para evitar que sean las debilidades neuróticas (o perversas) del terapeuta las que hacen elegir una u otra técnica según el momento y el paciente, en vez del conocimiento y la experiencia de "nuestros mayores", la ordenada caja de herramientas.
¿Porque presupongo que los bienintencionados terapeutas no son gente sana? Por dos motivos: el primero por que  la cabra tira al monte, y el segundo porque cuando los estudios de personalidad realizados con estudiantes de psicología (una muestra habitual), se realizaron en otras facultades bajó el índice de neuroticismo y psicoticismo
Todo esto sirva como presentación para una técnica habitual: la autorevelación. Una técnica que consiste en que el terapeuta ofrezca datos personales en el transcurso de la terapia. Esta técnica esta considerada como “no apta” por algunas escuelas. Ya que en sus presupuestos teóricos admiten que el paciente ha de imaginar/proyectar sobre el terapeuta, y si bien no se puede evitar que se imagine sobre una base real, creen que no es útil apoyar la base real. Opinan que esta curiosidad del paciente hay que interpretarla y analizarla. Otras escuelas ven útil esta técnica, dicen que  el terapeuta ha de colocarse a la altura del paciente y ser todo lo cercano posible. La mayor parte de las escuelas están de acuerdo en que hay que utilizarla en contadas ocasiones y con cuidado. Se considera una técnica poderosa y ya sabemos que un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
¿Cuando no es utilizada desde una escuela teórica si no que responde a los problemas personales del terapeuta?  Por ejemplo cuando el terapeuta lo que busca es ponerse como ejemplo para el paciente. El terapeuta está para escuchar, para dar lecciones está la vida y los maestros. 
O cuando el terapeuta da las soluciones que a él le han servido como si lo bueno para él fuese bueno para todos (error habitual en principiantes entre los que me encuentro)
O cuando busca iniciar una relacion fuera de la terapia. Uno busca a los amigos en sus relaciones sociales, y a los fontaneros, abogados, cocineros, etc...en el listín telefónico o en internet, no en la consulta. Además si el paciente/cliente encuentra un amigo y no un terapeuta no hay relación terapéutica. Esta es la máxima perversión y esta condenada en varias escuelas.
Es decir, ¿puede el terapeuta desvelar datos de si mismo?
Si, pero solo si es en beneficio del paciente y desde un modelo teórico.
Lo que más cuesta de aprender cuando aprendes a hacer psicoterapia no es a decir cosas, sino a callar lo  que no es útil para el paciente y se te ocurre.
Espero haberte contestado Anna y espero que esto genere debate y entradas en otros blogs de esta cuerda
 ;-)
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