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lunes, 5 de noviembre de 2012

Genetica, esquizofrenia y el III reich


Hay una falsa y extendida creencia que las enfermedades mentales están relacionadas con la genética. La frase: "la genética ha aportado grandes avances al conocimiento de la esquizofrenia" es muy elegante, pero tan falsa como una moneda de siete euros. El estudio de la genética no ha servido ni en la clínica, ni en el tratamiento. No ha modificado la actuación de los clínicos, pero esta idea es una creencia común y, en tiempos, modificó la actitud de la sociedad. 
El único experimento radical que se ha realizado al respecto fue comentado en enero del 2010 en un artículo muy bien documentado: Psychiatric Genocide: Nazi Attempts to Eradicate Schizophrenia que se puede leer al completo aquí
En esta recomendable -y desagradable- lectura se da cuenta de la matanza y esterilización de personas diagnosticadas de esquizofrenia, y las consecuencias de esta atrocidad en la incidencia y prevalencia posterior de dicha enfermedad. 
Si la esquizofrenia es genética y exterminamos -o esterilizamos- a todos los esquizofrénicos y a sus familiares en una generación, en la siguiente generación o no hay esquizofrénicos, o hay un numero ínfimo. Este pensamiento de crueldad deshumanizada en el III Reich se llevó a la acción.
Desde 1934 a 1945, basándose en una genética mendeliana, que no contaba ni con el ambiente, ni con la epigenética (como algunos hacen ahora) el doctor Ernst Rüdin, financiado por la Rockefeller Foundation, dirigió el departamento genealógico demográfico del Instituto alemán para la investigación psiquiátrica  defendiendo la existencia de un gen recesivo causante de la esquizofrenia. Un alumno suyo: Kallmann, estudiando gemelos llegó a la misma conclusión que su maestro. En 1935 el alumno afirmó que se debía esterilizar no solo a los pacientes afectos, sino a todos los familiares que mostrasen anomalías menores. Eso sí, en pos de un beneficio común. Kallmann emigró a NuevaYork, en 1936 y fue uno de los fundadores de la American Society of Human Genetics.
A estas ideas sobre la genética de la esquizofrenia, aceptadas por la población general, se le añade que de 1924 a 1929,  los pacientes de hospitales psiquiátricos aumentaron de 185.397 a una cifra superior a los 300.000, y más de dos terceras partes de los nuevos ingresos eran diagnosticados de la enfermedad recientemente glosada para lucimiento y notoriedad de la psiquiatría:  la esquizofrenia. Este incremento diagnóstico (epidemia se podría decir) también se observó en EEUU y Gran Bretaña. El aumento de la población psiquiátrica tuvo como consecuencia directa el aumento de los gastos en un país con una economía bastante "tocada" por el tratado de Versalles.

El preocupación por la economía llegó a tal punto que en 1931, la Asociación Alemana de Psiquiatría ofreció un premio al trabajo de investigación sobre el tema: "Cómo puede ser organizada con menos costes la atención psiquiátrica" Algo que, por la situación actual, hoy día en España, se vería con buenos ojos.
En 1920 Karl Binding, un abogado, y Alfred Hoche, un psiquiatra, publican "El permiso para la destrucción de vida indigna de la vida". En un artículo de 1932 titulado "La erradicación de la gente menos valiosa de la sociedad", otro psiquiatra Berthold Kihn, estiman que las personas con enfermedades mentales cuestan a Alemania 150 millones de marcos por año.
Alfred Hoche aparte de este libro (que no he leído y del que habló por referencias) también tiene un trabajo muy interesante, del que aparece una reseña aquí.
Apoyado por la opinión pública y la ciencia, Hitler, el mismo día que cruza la frontera de Polonia, (1/9/1939), autoriza el asesinato de pacientes psiquiátricos. El motivo es económico. En Octubre de ese mismo año se pide a todos los directores de hospitales psiquiátricos que informen acerca del diagnóstico y la capacidad de trabajar de cada paciente. Un comité estudió los casos y 70 000 pacientes son considerados "ejecutables". Este programa para acabar con la vida de los enfermos psiquiátricos que no son productivos se llamó Aktion T-4, porque su sede está en Tiergartenstrasse 4, en Berlin.


En enero de 1940, mataron a los primeros veinte pacientes en el psiquiátrico de Brandenburgo por inhalación de anhídrido carbónico. En agosto de 1941, ya habían asesinado a 70.273 pacientes. Como el objetivo del Aktion T-4 ya se había llevado a cabo (eran 70000 inicialmente) el programa se paró, pero se siguieron asesinando personas diagnosticadas durante toda la guerra. Al final se calcula que mataron entre 200.000 y 275.000 personas diagnosticadas. Sobrevivieron sólo el 14% de la población institucionalizada en psiquiátricos. Se calcula que ademas de estos esterilizaron a 400.000 entre 1934 y 1945.

No entraré en los datos escalofriantes que se dan en el artículo sobre métodos de asesinato, edad de las víctimas, etc...., pero que sepan que se siente vergüenza del pasado de nuestra profesión y da que pensar sobre algunos temas recientes y el "qué dirán" de lo que denominamos actualmente ciencia las generaciones futuras. No hay que olvidar que ellos seguían la ciencia de esos tiempos.
¿Fue útil esta salvajada? ¿eran sus teorías correctas? ¿disminuyó el número de diagnósticos de esquizofrenia en la generación siguiente?
(Un concepto que creo que se debe conocer es la diferencia entre prevalencia e incidencia. Explicado en simple sería: La prevalencia responde a la pregunta ¿a cuanta gente le esta pasando esto? y la incidencia responde a la pregunta ¿cuanta gente, que antes no padecía esto, lo esta padeciendo ahora?. Es decir la prevalencia son el total de casos y la incidencia casos nuevos. Una vez explicado esto continuo)

Evidentemente la prevalencia de esquizofrenia en Alemania tras la guerra fue baja. En el primer estudio que se hizo en 1971, 26 años después, la prevalencia era del 1.5 por 1000. En otros estudios entre 1974 y 1980, hablan del 2.3 por 1000. Esra prevalencia es mucho más baja que otros países como Suecia, Noruega, Islandia o Francia  que rondaban el 6.0 y el 10.0 por 1000.  Menos que Inglaterra (3.4 por 1000), EEUU (4.7-5.1 por 1000), o Irlanda (8.3 por 1000).
Aunque la causa más posible de la baja prevalencia era la aniquilación de los enfermos, en los estudios no apuntan esa posibilidad.
Como ya hemos señalado una cosa distinta es la incidencia: los nuevos casos. Si la esquizofrenia fuese genética, la incidencia debería de ser mínima, ya que una generación entera de personas diagnosticadas de esquizofrenia había sido exterminada o, al menos, les habían impedido reproducirse.
Pues bien en el primer estudio de incidencia hecho en Mannheim en 1965, 20 años después de que hubiesen asesinado/esterilizado a todos los diagnosticados de enfermedad mental, impidiéndoles tener descendencia,  la incidencia de esquizofrenia era de un: 53.6 por 100 000. Otro estudio entre 1974 to 1980; encontró entre 48 y 67 por 100 000 con una media de 59.
¿Y esto es mucho o poco? Pues si la comparamos con la de Países Bajos, Italia, Dinamarca, Noruega, Islandia, el Reino Unido, Estados Unidos y Australia, que tienen como promedio 24 por 100.000 vemos que está elevadísima, que es el más del doble.
En Bavaria en 1971 en un área de población predominantemente  rural en 6 meses hubó una incidencia del  24 por 100 000.  Otro estudio en la misma áreas de incidencia anual en 1974–1975 mostró unas cifras de 48 por 100 000. Pocos países logran unos estudios con cifras de incidencia tan elevadas de esquizofrenia como en Alemania.
Algunos que persistan contumaces en la idea de la genética pueden pensar que quizás en las zonas donde se hicieron los estudios de incidencia fue donde sobrevivieron más pacientes. No es así, en Mannheim y en Bavaria los psiquiatras "enthusiastically supported the eugenics program"
Otra excusa puede ser que la trajeran los inmigrantes. Pero en la cuantiosa población inmigrante (13%) “when corrected for age, the rates of treated schizophrenia episodes … were significantly lower than those of the German population."
Otro motivo puede ser que, por la difícil definición de esquizofrenia, los criterios diagnósticos varíen mucho de los estudios en Alemania a los de otros países, pero no es así: después de la segunda guerra mundial todos los países en Europa usaban  la 8ª y la 9ª Clasificación Internacional de Enfermedades.

Así pues, sabiendo que la genética tal y como se suele explicar es un timo, que la epigenética es lo importante y que hay evidencias de que las condiciones del desarrollo en la infancia predisponen a la esquizofrenia, ¿porque seguir gastando dinero en programas de investigación genética en vez invertirlo en protección de niños en riesgo?
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