De repente una entrada se posiciona entre las primeras, el tema: cannabis.
Creo que la sustancia en sí -el cannabis- es un tema de escaso interés dentro de la psiquiatría. La conocieron en el XIX, vieron que daba síntomas/experiencias similares a los producidos por la psicosis y ya está: otra sustancia tóxica y adictiva.
Ha sido el movimiento social el que ha hecho que sea un tema candente. Sustancias como el cánnabis -tóxicos con sintomatología en el sistema nervioso- hay muchos. El cánnabis tiene de peculiar que está muy distribuido y que es fácil de cultivar y adquirir.
Evidentemente no existe -al menos para mí- una psiquiatría encapsulada, apartada y lejana de una sociedad que aporta continente y contenido. La sociedad habla del cánnabis y la psiquiatría se pliega a los deseos de la sociedad, influyendo y siendo influida. Pero he de señalar, otra vez, que es la facilidad de cultivo y la amplia distribución del cannabis, y no sus efectos, los que hacen que sea tan conocida y se escriban numerosos artículos sobre la sustancia
La sustancia -cannabis- aislada de su contexto es difícil de valorar . ¿Cúal es el contexto actual del cannabis?
El cannabis, desde mi perspectiva personal, es la representación de cierta transgresión adolescente. A los niños pequeños les cuentan un chiste en los que salga la palabra "pedo" y consigues su interés y sus risas. Para los preadolescentes tiene que salir "teta" (¿que generación no ha contado el chiste del perro llamado mistetas?). Con los adolescentes tardíos los chistes transgresores tienen la palabra "maría". Cualquier escena de comedia televisiva, donde salgan dos colgados muy fumados causará risa. Si la intoxicación fuera por alcohol o por cocaína quizás no sería tan gracioso. El cannabis es la transgresión leve que no entra en lo delictivo (aunque sí que entre en lo delictivo), con historias divertidas de abuelitos hippies, con un aura de "planta victima de la represión" (que mejor sería poner la
estevia que el cannabis).
La repetición de frases vacías y esloganes graciosos ha hecho de una planta tóxica la bandera de movimientos progresistas. Ha conseguido que una sustancia -que no tiene mucho misterio- sea sobrevalorada con cantidad de epítetos. Es tan medicinal como muchas otras (el arándano para la cistitis), es tan antigua como muchas otras (la corteza de sauce), es menos desconocida que otras (el mecanismo de la manzanilla como emético sigue siendo un misterio), es menos mística que otras (la salvia o el viejo roble), menos sedante que otras (la simple amapola o ababol)...¿que la ha hecho tan popular?
Las opciones que se me ocurren para explicar su difusión son tres: la capacidad de esta planta para adaptarse a cualquier clima (crece espontáneamente en todos los continentes); el comienzo de consumo anterior a otros tóxicos ajenos a la cultura occidental, y los efectos menos destructivos que otros tóxicos importados (peyote, opio,...).
Una de las defensas típicas del cannabis es que el alcohol y el tabaco también son tóxicos. Eso es cierto. El alcohol, el tabaco, las diferencias sociales, el sedentarismo, el visionado excesivo de televisión,... todo ello se ha mostrado negativo para el desarrollo del ser humano. Pero eso no quiere decir que debamos aprobar todo lo dañino por tener aceptado algo dañino. La estrategia infantil del "tu tambien .." es poco útil. Mejor combatir lo pernicioso que dejarnos llevar por un espíritu derrotista.
Pero volviendo al tema: el cánnabis ya no es solamente una planta. Es una etiqueta, un distintivo, un emblema que se lleva en móviles, gorras, camisetas e himnos.
Los políticos se pueden dividir en a favor y en contra del cánnabis. Si estas a favor de los matrimonios homosexuales deberías de ser prolegalización, si eres canta-autor -heredero de Dylan y de mayo del 68- tiene que ser prolegalización,.. igual que si te gustan los toros has de ser de derechas o llamarte Joaquin Sabina...
En este mundo de individualismos que nos ha dejado el siglo XX, donde todo está mezclado: el mejor golfista es negro, el equipo de vela es suizo y el rapero más famoso (Eminem) es blanco,... hemos de dar gracias que aún queda el cannabis para distinguir, claramente, bandos.
Por eso una entrada sobre el cannabis recibe en diez días más visitas que cualquier otra en dos años
¿Cuál es el interés que tiene un tóxico vulgar y corriente hoy día? Dar una identidad visible en este confuso siglo.
la imagen de joan costa en http://www.recorreribiza.com/2011/11/cala-pada.html