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viernes, 24 de diciembre de 2010

Prohibido fumar

Mucha gente del oficio médico se ha alegrado por la buena nueva: Prohibido fumar, mejor dicho: Restringido fumar.
Personalmente no fumo y me desagrada el tabaco, pero entre la avalancha de autocongratulaciones me ha llegado una reflexión de un compañero, médico de atención primaria y psicoterapeuta (lacaniano pero sensato). 
Recibió el mail de alguien,-supongo que político- diciendo que ahora sería mas fácil dejar de fumar, que gran ley, que buenos somos,... el discurso autocomplaciente.
El amigo Marcelo, -repito médico de atención primaria y psicoterapeuta- lanza unas breves pero incisivas apreciaciones cuando le contesta con este texto que reproduzco integro a continuación:

Con todo mi respetoNo es mas fácil dejar de fumar desde la prohibición.
Es proponer lisa y llanamente: "cambiar el síntoma".
Serán mas obesos, mas hipertensos, mas neuróticos, mas infelices...
Desde nuestras consultas abarrotadas de síntomas (que no enfermedades) los paciente demandan "la escucha" mas que "la receta".
El medicamento "perpetúa al síntoma",  no cura y el alivio es solo pasajero.
"Al síntoma hay que escucharlo, no tratarlo". Lo que hay que tratar es el origen del mismo.
La ansiedad, la depresión, esconden a un sujeto que habla...
El modelo socio-sanitario actual sostiene a los grandes imperios farmacéuticos con la invención de medicamentos que justifiquen la creación de nuevas enfermedades, léase  fibromiálgia, trastorno por déficit de hiperactividad y un suculento etcétera...
La psiquiatría genetico-biologista y la psicología cognitivo-conductual marcan actualmente el modelo imperante y cuidan muy especialmente que voces disonantes desde la psicología dinámica y el prohibido psicoanálisis se pueda alertar de este sinsentido.
Para mantener el modelo es necesario que desde nuestras consultas sigamos con este "furor curandis" y no preguntar al paciente que es lo que le pasa, porque si nos contestan no sabríamos que decir...no existe la formación para ello.
Mas formación en las Universidades y cambiar el modelo de la SALUD MENTAL, ofertando tratamientos psicológicos apropiados  que amortizarían el gasto en medicación y así evitarían la cronificacion de enfermedades que derivan en tratamientos inadecuados e innecesarios.
El pobre fumador será estigmatizado como cualquier otro que se atreva a cuestionar el modelo a seguir...

Dr. Marcelo J. Fernández Oriol
Médico de Familia IbSalut -Psicoterapeuta


jueves, 23 de diciembre de 2010

chiste (¿?)

"Equipos de psicólogos se desplazan con urgencia a las zonas donde no ha tocado el Gordo de la lotería"


El chiste no es mío, aparece en el heraldo de Aragón, pero me parece bueno en estas fiestas que el espacio entre deseo y realidad no se llene de frustración/ansiedad/psi sino de humor .

jueves, 16 de diciembre de 2010

Cambio de definición

Buscando para contestar a Jony y a Jose he caído en la definición del diccionario de psicoterapia, y he visto que será un artículo enmendado. En la 23 edición cambiará.
¿ cual sera el cambio sibilino que realizan?
pues pasar de 
1. f. Psicol. Tratamiento de las enfermedades, especialmente de las nerviosas, por medio de la sugestión o persuasión o por otros procedimientos psíquicos.
a
1. f. Psicol. Tratamiento de enfermedades mentales, psicosomáticas y problemas de conducta mediante técnicas psicológicas.


Asi que el DRAE, recogiendo el saber popular:

  • Fomenta la división medicina vs. psicología al especificar los tipos de enfermedades. Así que ya sabéis: en el cáncer, enfermedades reumáticas y autoinmunes o en el enfermar habitual la psicología no entra (la psiquiatría es una manta que ya no puede estirarse más para cubrir cuerpo y mente y tendrá que partirse)
  • Evita palabras feas como sugestión y la persuasión (Jesús, ya no digamos la manipulación) que son la madre del cordero en muchas psicoterapias.
  • Nos hablan de unas sacrosantas y misteriosas TÉCNICAS. Palabra que me cabrea por ser que lo técnico (que viene del griego τέχνη arte) tiene que ver con la habilidad del que desarrolla la técnica y con la técnica en si. Niega al otro. Niega el encuentro y la relación. Además no aporta nada a la definición unas "técnicas psicológicas" ¿eso qué es? 

Y si tenemos en cuenta que la primera entrada de psicoterapia en diccionario es en 1936: Tratamiento por  la persuasión o sugestión de los síntomas y de ciertas enfermedades. Creo que las tendencias son acotar el campo y cierto esoterismo ("técnicas psicológicas"... valiente elipsis)

jueves, 9 de diciembre de 2010

Los psiquiatras no tenemos bolas (de cristal)


Nadie puede ver el futuro. Podemos hacer predicciones, cálculos más o menos aproximados, pero nadie puede ver el futuro. Nadie tiene bolas de cristal en su despacho.
Hace años, no podía decir a un paciente con esquizofrenia que con ponerse un inyectable una vez cada quince días se iba a evitar tener que tomar pastillas cada día. Tampoco podía decir a los padres de un paciente con síndrome de Down que la supervivencia era de 60 años y que tenía mayor riesgo de demencia. Ante las sorpresas, casi diarias de los avances de la ciencia, ante los cambios de la sociedad; ¿quién puede condenar a alguien a la cronicidad?
El concepto de enfermedad psiquiátrica como cadena perpetua es un concepto obsoleto, propio del siglo XIX, que hoy día roza lo ridículo. Actualmente no se puede decir a nadie con absoluta certeza que “tendrá que tomar medicación para toda la vida” porque ¿quién sabe los avances que vendrán en un tiempo? 
Un motivo es por el propio terapeuta (que no puede ver el futuro y sólo puede hablar de posibilidades y no de absolutos) y otro es por quien acude con un problema, ya que el cerebro se ve influenciado por lo que llega al cerebro. Una mala noticia, un desaire grave por una persona de confianza, inculcar creencias negativas en una persona que sufre, una profecía terrible, insuflar desesperanza hace que sea más difícil el tratamiento y empeora el pronostico. En las enfermedades mentales absolutamente nadie tiene la última palabra.
Es verdad que hay un número de enfermedades mentales que requieren la toma de medicación durante un periodo indeterminado de tiempo, y también, que hay que valorar la situación específica de cada paciente para ver su evolución. Pero también es cierto que en una única consulta no se puede hacer un pronóstico catastrofista por dos motivos principales. El primer motivo es que nadie puede ver el futuro, el profesional de la salud mental con los conocimientos actuales puede hablar de posibilidades o probabilidades, pero no de absolutos.
El otro motivo es la situación de la persona que acude demandando ayuda, -habitualmente una situación de expectación y atención sostenida, esperando un solución- . Estas circunstancias le hacen estar muy influenciable. Una mala noticia, un desaire grave efectuado por una persona de confianza, inculcar creencias negativas, una profecía terrible, o insuflar desesperanza, en ese momento de especial vulnerabilidad, puede difícultar el tratamiento y empeorar el pronóstico.
En las enfermedades y trastornos mentales, absolutamente nadie tiene la última palabra.
Nadie puede decir que una medicación es para toda la vida, porque nadie sabe como será la vida de ese paciente en el futuro. En la consulta me he visto sorprendido con depresiones graves de larga evolución, resueltas por el paciente tras acudir a psicoterapia y cambiar de actitud y de pensamiento, he visto también, esquizofrenias con clínica persistente que desaparecen sin dejar huella cuando el paciente deja de fumar hachís e inicia una relación sana de pareja, ansiedades “de seis comprimidos al día” que desaparecen y ya no necesitan medicación al cambiar de trabajo,… la capacidad de renovación del ser humano es sorprendente.
Para ilustrar el tema de dejarse llevar por los pronósticos, válgame esta anécdota: Hace poco apareció en las noticias de la televisión la historia de un cómico inglés al que le diagnosticaron una enfermedad incurable y le dieron tres meses de vida. El cómico se gastó todo su dinero en una serie de caprichos inútiles y viajes. Cuando volvió a su Inglaterra natal le informaron que se habían equivocado de diagnóstico, que padecía una enfermedad rara, pero que se podía curar. Ahora está vivo pero tiene un nuevo problema: está arruinado.
Los avances en medicina son sorprendentes, los avances en las técnicas psicológicas son cada vez mayores, nadie sabe que nos traerá el futuro.
Para terminar, una acotación sobre lo que contaba al inicio, de cómo ha aumentado este siglo en más de veinte años el pronóstico de vida en el síndrome de Down. Hay que tener en cuenta que no ha sido por los avances de la medicina, ni de la psicología, sino por los avances de la sociedad. Hace (no tantos) años los pacientes afectos de síndrome de Down vivían a cargo de sus padres sin salir prácticamente de casa, siendo una carga, y en algunos casos, una vergüenza para la familia. Hace unos años la sociedad cambió y comenzó a aceptarlos a pesar de su diferencia y a integrarlos socialmente. Así pues ha sido el cambio social,-conseguido mediante la lucha de asociaciones de familiares y la información,- que pasó de ver el síndrome de Down como un castigo divino, a verlo como una persona con relativa discapacidad que puede mejorar, la que ha dado una mayor esperanza de vida para estos pacientes.
Quizás alguien pueda leer el futuro en las líneas de la mano, pero las líneas de la mano están donde están; en nuestras propias manos.

martes, 7 de diciembre de 2010

y hablando de móviles...

Al hablar de los móviles Jesús hace un buen comentario sobre la responsabilidad de uno mismo sobre la tecnología. Se pueden apagar, poner en modo silencio, dejar en casa...
Ya hay ciertas normas de cortesía y urbanidad aprendidas (ya no suenan con tanta frecuencia en cines y conferencias) pero aún faltan de aprender algunas.
El tema está en que la culpa no es del móvil, si no de la mano que enciende el móvil, pero no de la mano que enciende el móvil, sino del ser humano que controla la mano que enciende el móvil, pero no del ser humano que controla la mano que enciende el móvil, sino de la crianza de ese ser humano que controla la mano que enciende el móvil, pero no de la crianza  de ese ser humano que controla la mano que enciende el móvil, sino de la sociedad que estimula esa crianza de ese ser humano que controla la mano que enciende el móvil, pero no de la sociedad que estimula esa crianza de ese ser humano que controla la mano que enciende el móvil, sino de la historia que cae sobre esa sociedad  que estimula esa crianza de ese ser humano que controla la mano que enciende el móvil...
y siguiendo otro camino podríamos ir por  mano, cerebro, neurona, evolución,o podríamos ponernos más clásicos y llegar a Dios que todo lo puede, o más sociales e ir hacia el  marketing y su dominio para el uso y abuso, o podríamos caer en lo poético y recurrir a Borges y citar el final del soneto que recitó Marcela:

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza. 
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza 
de polvo y tiempo y sueño y agonías?

Es decir, que en el tema de responsabilidades uno puede hacerse cargo o diluirse en excusas, y siempre tendrás una teoría que te excuse, un algo a lo que echarle la culpa.
La otra opción es el valor de la responsabilidad. En este mundo de individualidades ya sólo se echa mano a lo  social, lo común para esconderse cuando suena el móvil en la sala.

sábado, 4 de diciembre de 2010

breve comentario sobre los móviles

Los teléfonos móviles son bastante criticados. Son molestos, se inmiscuyen, quitan intimidad, te hacen estar localizado, le suena al de al lado,... pero los actuales tienen una cosa buena: avisan con música de lo que sucede. Si me llama alguien de mi familia suenan the sonics, si me tengo que despertar leonard cohen, si me llama mi mujer I´m a man, si tengo alguna obligación escogida fatboyslim, -que también suena si es algún desconocido, - si me llaman del trabajo beastie boys...
En tiempos antiguos los pregoneros tocaban distintas músicas para distintos eventos, las campanas también sonaban diferentes según el evento. Nadie escogía la música. Una musica para toda la comunidad, una música para cada evento..
La ventaja del móvil es que cada uno escoje la música que quiere que le suene en el momento determinado, la elección del individuo frente a la imposición de la colectividad . La desventaja que también oyes lo que le acontece al vecino y el vecino oye lo tuyo, la disolución de la intimidad... cada vez creo más en la tercera ley de Newton, esa que: Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria.
Por cierto ¿Quién se pondrá esta versión  o esta versión (virtuosa)?

martes, 23 de noviembre de 2010

La meditacion una herramienta más para nuestra salud mental.

Decir que con la meditación se logra un estado de conciencia diferente suena extraño.
Para poder decir eso primero hay que reconocer que existen varios estados de conciencia. Nos es fácil distinguir dos estados de conciencia: sueño y vigilia. Y si nos ponemos con sutilezas vemos que el estado de mucha concentración cuando estamos absortos, o en Babia, tiene matices distintos del “estar alerta”. También serían ejemplos de otros estados cuando uno tiene fiebre muy alta y delira, recién despertado, en ese duermevela de poco antes de dormir,…
Los que hayan practicado meditación sabrán que ese particular estado mental no es ni dormido ni despierto. Es parecido a absorto, o estar en Babia, parecido a la relajación, pero no es igual.
Pero dejando aparte las disquisiciones neurológicas sobre si es un estado de conciencia diferente o no lo es la pregunta sería ¿es útil para nuestra salud mental?
En varios estudios se ha visto que está asociada con cambios en la secreción y liberación de varias hormonas pituitarias que hacen los mismos efectos que un neurotransmisor llamado ácido gamma aminobutírico, un neurotransmisor que “inhibe los excesos”. Es decir, que ayudan al “freno” de nuestros neurotransmisores. También se encontró que después de la meditación disminuyen los niveles de cortisol sérico (hormona relacionada con la adrenalina), la presión arterial, la frecuencia del pulso y la temperatura. Además se produjo también una disminución en el tiempo de reacción. Esto sería similar una “hibernación” voluntaria del cerebro durante un tiempo, disminuyendo la ansiedad y las emociones “fuertes”.
Por otro lado después de la meditación también se produce un efecto “subidón”. Se produce una elevación significativa de los niveles plasmáticos de la hormona liberadora de la corticotropina, sin diferencias significativas con la elevación que se produce de esta hormona después de una carrera y se estimulan las célebres endorfinas (esa sustancia que secretamos en nuestro interior y que nos “pone bien”)
Hay numerosos estudios que relacionan la meditación con el control de estrés, por ejemplo, un estudio de la Universidad Americana en Washington y la Universidad de Gestión Maharishi en Fairfield (Estados Unidos), publicado en la revista 'International Journal of Psychophysiology'. En el que se entrenó a 50 estudiantes en 10 semanas de meditación y vieron que desarrollaron un mejor rendimiento cerebral, menos somnolencia y una habituación más rápida ante estímulos desagradables, además, se mostraban menos irritables. En otro publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' compararon un grupo de estudiantes chinos asignados a cinco días de práctica de meditación con otro que estudió técnicas de relajación. Según los autores los estudiantes que meditaron 20 minutos durante cinco días mostraron mejorías en las puntuaciones de los sistemas de la atención, menor ansiedad, depresión, ira y fatiga y un mayor vigor en la escala del Perfil de los Estados de Ánimo ('Profile of Mood States'), una disminución significativa en el cortisol asociado al estrés y un aumento en la reactividad del sistema inmune.
La meditación parece que también proporciona un mayor autocontrol según un estudio publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'. Un equipo de investigadores chinos dirigido por Yi-Yuan Tang, en colaboración con el psicólogo Michael I. Posner, premiado con la Medalla Nacional de la Ciencia, tomó 45 estudiantes. De ellos, 22 aprendieron meditación y los otros 23, recibieron la misma cantidad de horas en relajación. Los autores utilizaron un tipo de resonancia magnética denominada imágenes con tensor de difusión para poder observar las fibras que conectan las distintas partes del cerebro antes y después del entrenamiento. Se pudo observar, tan sólo en aquellas personas que practicaron meditación, como se llevaban a cabo cambios en las conexiones relacionadas con el cíngulo anterior, un área del cerebro relacionada con la habilidad para regular las emociones y el comportamiento. Estas diferencias en la conectividad comenzaron después de seis horas de entrenamiento y se volvieron más claras después de 11 horas de práctica. Según los autores, "la importancia de estos descubrimientos está relacionada con la habilidad de realizar cambios estructurales en la red del cerebro relacionada con la autorregulación". Este mismo grupo de investigación, descubrió que los individuos que practicaban meditación tenían mayor circulación sanguínea en el córtex cingular anterior derecho, es decir que esa zona “trabajaba más”. Como se habrá podido sospechar, los déficits en la actividad del córtex cingular anterior han sido asociados a los desórdenes por déficit de atención, y otros desórdenes similares.
Puede que este último estudio en el que se demostró que la meditación causa cambios anatómicos en el cerebro resulte sorprendente, pero ya se demostró a principios de la década de los noventa que la psicoterapia causa cambios en la anatomía funcional del cerebro.
Esta claro que la meditación no puede sustituir a un tratamiento en algunas afecciones graves, pero es una buena prevención para mantener nuestra salud mental.
Carta publicado en prensa pitiusa nº 193

domingo, 21 de noviembre de 2010

En psiquiatría no hay urgencias...

Como salta a la palestra el tema de la urgencia en blogs apreciados aqui y aquí, motivando que recuerde los tiempos de las guardias presenciales hospitalarias hago una reflexión al respecto.
En psiquiatria no hay urgencias. Esto no quiere decir que la asistencia en la urgencia sea asunto baladí, donde no existen situaciones de importancia. El impactante titular quiere hacer hincapié en que es difícil diferenciar lo importante cuando alguien te "urge", -que según la DRAE quiere decir que te pide o exige algo con urgencia o apremio o bien te conduce o empuja a una rápida actuación-.
Me gusta pensar que nuestro trabajo como "cooperantes de la mente de otro" se basa fundamentalmente en la reflexión. Una cualidad rara ante lo urgente, ante lo que nos apremia el otro, bien sea el sufriente o el demandante, porque con igual urgencia te insta el que tiene una crisis de ansiedad que el médico que se ha contagiado de la ansiedad de esa crisis.
Un punto a diferenciar es la urgencia -que en mi definición una urgencia es todo lo que se denomina urgencia, lo que viene con una prisa y una súbita necesidad que previamente no existia- y otra muy diferente la crisis.
La atención en urgencias es -disculpad el término- una "psiquiatria de palmadita en la espalda", es ese  oir como la queja -absurda- de que vienen para cualquier cosa, ese "ay que ver Facundo como esta el mundo", o a lo Ciceron  "o tempora o mores"....
La urgencia no la define la psicopatología del paciente si no su capacidad de movilización del canal de comunicación, sea este el 061, el 112, la televisión local, o el médico de guardia... y allí no es necesario un psiquiatra sino un público atento que solucione rápidamente o al menos contenga ( por eso es útil un ingreso o un pastillazo que no es una solución, sino una contención).
Otra cosa muy diferente es la crisis.
En la crisis somos necesarios los psiquiatras y la atención en crisis no se puede llevar a cabo casí nunca. Bien sea por el difícil acceso al paciente en crisis, bien sea por la dificultad del paciente en crisis en acceder a nuestros servicios; y las crisis - desde la que desde fuera parece más absurda a la grave cirisis psicotica- es un momento ideal para la actuación terapeutica. Dicho para que se entienda desde la "bioquimica ficción": un momento en que los neuroreceptores estan blanditos y las vesículas que echan neurotransmisores son más dadas a atender otras maneras de vivenciar puesto que es un instante de sufrimiento.
A partir de aqui hago un corta pega de un texto del Dr Juan Larban que lo dice más claro y más alto:

...La crisis psicológica podría definirse también como una ruptura del equilibrio psicodinámico de la persona y de su entorno familiar, social o profesional. Desde esta perspectiva, su tratamiento tendría como objetivo el crear unas condiciones especiales, un marco de trabajo psíquico propicio para contener y elaborar los determinantes de la crisis, gracias al trabajo intrapsíquico de la persona que la padece.
El objetivo del trabajo de crisis sería el de sacar el mejor partido de ese momento de ruptura considerado como fecundo. Las defensas del sujeto que la padece suelen estar disminuidas y debilitadas, sus emociones, muy intensas, son fáciles de movilizar. Todo ello crea unas condiciones muy favorables para intentar desarrollar y utilizar nuevos recursos internos que permitan un funcionamiento psico-afectivo mejor que el que se tenía antes de la crisis. El nuevo equilibrio psico-afectivo, conseguido tras superar con éxito la crisis, conduciría a un bienestar y a un grado de autonomía personal mayor y mejor.
La capacidad de resiliencia –resistencia ante la adversidad y capacidad de recuperación–, así como la capacidad de afrontar lo nuevo y lo diferente de forma creativa son para la persona que se enfrenta a una situación de crisis, importantes factores de protección de su salud y equilibrio psíquicos. La resiliencia, que tiene fundamentos psicobiológicos y psicosociales es un proceso dinámico que se va desarrollando de forma cambiante en función de la interacción del sujeto con su entorno.
La crisis puede ser también generadora de discapacidades y patología de todo tipo si el sujeto o el colectivo que se ve inmerso en ella no tienen la posibilidad de generar nuevos recursos que les permitan adaptarse e integrar el cambio que les “obliga” a su vez a cambiar.
Sin la ayuda adecuada, para algunos, la crisis puede ser también fuente de sufrimiento inútil y desencadenante de enfermedad. Hemos puesto la palabra “obliga” entre comillas para indicar la tendencia del ser humano a introducir pequeños cambios en su vida para que en el fondo nada cambie (homeostasis), a no ser que se vea necesitado de cambiar, tanto si la necesidad proviene de factores externos como internos.
La diferente conceptualización que se tenga de la crisis en el ser humano –sea de origen psicosomático o psicosocial–, repercute en su aplicación a la hora de dar una respuesta clínica a la demanda que la crisis genera.
Hay una gran diferencia entre conceptualizar la crisis y la descompensación psíquica como el estallido y emergencia de síntomas que hay que tratar de suprimir cuanto antes, y la visión de esa misma crisis psíquica como la incapacidad del sujeto que la padece para hacer frente a una necesidad evolutiva de cambio interno y/o externo. En este segundo caso habría que ayudarle más bien a contener, analizar, comprender e integrar, elaborando y dándole sentido a lo que está viviendo para poderlo superar.
Tanto el modelo psiquiátrico que tiene como base el modelo médico, como el modelo psicológico, nos colocan frente a sus importantes limitaciones en el abordaje de la crisis, limitaciones que se hacen mayores si ambos modelos son aplicados de forma disociada o excluyente.

No olvidemos que en japonés crisis se escribe con un símbolo que representa peligro y oportunidad.

Para más información sobre crisis de manera resumida os remito a aquí en la pagina 3, el texto completo del Dr. Larban (faltan dos parrafos) aquí , y si queréis unos resumenes las ponencias de las jornadas sobre crisis aquí

domingo, 7 de noviembre de 2010

domingo, 31 de octubre de 2010

la pregunta típica sobre la esquizofrenia.

El otro día me preguntaron dos veces si la esquizofrenia se curaba.
Por la mañana un paciente de 18 años con un funcionamiento psicótico cuya madre piensa que su hijo es medium, y por la tarde, desde la atalaya del desprecio hacia lo incurable, el padre de un paciente diagnosticado de esquizoafectivo.Conteste en las dos situaciones lo mismo
Muchas veces me han preguntado, con más o menos angustia, si la esquizofrenia se cura.
Dejando aparte que ese concepto de curar como "restituio ad integrum", un "aquí no ha pasado nada", obedece a la prepotencia de la "medicina científica" de siglos anteriores más que a la realidad, escribiré lo que suelo contestar.
Suelo decir, en tono jocoso, que ninguna enfermedad se cura. Lo único que se cura, son los jamones.
Como este tema que quiero tocar es mucho más serio que una frase hecha, ampliaré un poco la argumentación.
Opino que las enfermedades, todas, se pasan. Ninguna se cura.
Si no es una enfermedad sino que es un crecimiento anormal dentro del cuerpo, o una parte que se ha averiado, se extirpa o se radia hasta quemarlo, ...pero no se cura. Si hay algo dentro del cuerpo que nos molesta (bacteria, parásito,...) se mata. Pero la enfermedad no se cura, se pasa.
Cuando digo que se pasan quiero decir que se surcan, que se cruzan, se atraviesan,... algunas se pueden pasar pronto y otras nos cuesta toda la vida pasarlas- como el asma, la diabetes, ...-, y algunas, tras ser atravesadas, dejan su cicatriz.
El hecho de que nos acompañen la enfermedad  o sus cicatrices, puede ser una carga pesada o una carga pesadísima. Eso depende de dos factores: del enfermo y de su entorno.
Así pues la pregunta correcta no es si se cura o no se cura sino ¿que hacer para pasar la enfermedad de la manera menos pesada?
Y para eso hay que influir en la persona que le ha caído la carga y en la sociedad.
Si tienes la pierna rota y la gente te señala con el dedo y te llama cojito todo el día la carga es más pesada. Si tienes la pierna rota y vives en un quinto sin ascensor, es más pesada. Si tu médico sólo ve el hueso roto y no ve todo lo que hay alrededor, es más pesada. Si toda tu familia te desprecia por tu pierna o no entiende por que no corres, es más pesada la carga,....

En definitiva se trata de pasar la enfermedad, educarse a uno mismo y a la sociedad, y , lo más importante integrar la enfermedad en la biografía personal,. No se puede avanzar negando lo que hemos pasado...

Pero volviendo al tema racional: "pasar" tiene en el diccionario 64 acepciones "curar" tiene sólo 13 acepciones. Aunque solo sea por variedad de opciones prefiero la más posible, pasar la esquizofrenia, que la totalitaria: curar la esquizofrenia.

jueves, 28 de octubre de 2010

Frases que me ayudan

Leyendo esta entrada de este interesante blog
he leído una frase que me ha dado otra razón para escribir, divulgar -desde mi modesto sitio-, y discutir sabiendo que no voy a convencer a la persona con la que discuto, sino para que se oiga una verdad diferente de la oficial. 


"Una nueva verdad científica no triunfa porque convence a sus opositores y les hace ver la luz, sino más bien porque sus opositores terminan muriendo y una nueva generación crece familiarizada con ella"

 Añadiría que desde que San Pablo se cayó del caballo ya nadie, que haya visto el mundo desde la cómoda silla de montar, ha dejado de cabalgar hacia la oficialidad. Fijaos que los únicos que hablan o han hablado siempre o se han jubilado.

otro libro

Tras leer "el dia que nietzsche lloró" he seguido al autor y me he leído "la cura de Schopenhauer".
También es interesante, te ayuda a entender la vida y obra de ese triste hombre que era filósofo.
Este libro es más accesible. Mezcla la vida del terapeuta, su relación con el grupo y sobre todo un miembro concreto, la vida de Schopenhauer-ese tipo triste-, y la relación de dos miembros del grupo. Introduce interesantes reflexiones sobre manejo y técnica de la terapia de grupo y sobre enfrentarse a la propia muerte. Da material para pensar.
La única crítica -totalmente personal- es que el final "feliz" y la parte más emotiva de la trama lo aleja de lo que esperaba tras "el día que nietzsche lloró". Es más ligero y se puede leer en un fin de semana.
En fin, no digo nada más por no chafarlo si alguien quiere leerlo.
Seguiré la pista del autor.

martes, 26 de octubre de 2010

In corpore sano

Clásicamente hay una absurda dualidad entre el intelectual y el deportista. Hasta hace poco era raro en los círculos deportivos hablar de intelectualidad y en los de intelectualidad hablar de deporte. Un sabio tenia que ser alguien escuchimizado, con la espalda doblada por el peso de los libros, con gafas, con mala coordinación psicomotriz. Por otro lado, un deportista era ese Amancio -del Real Madrid- diciendo que le era “inverosímil” -por indiferente- que equipo fuese rival en la eliminatoria.
Pero sabemos que eso no es cierto, que una mente sana es más fácil que se halle alojada en un cuerpo sano y que un cuerpo sano puede alojar con mas facilidad una mente sana. Sabemos que el cerebro funciona con grasa en su interior; una delgadez extrema hace que falte grasa en el cerebro (si, cuando uno pierde grasa de la zona de las caderas también la pierde de la cara, los riñones y el cerebro), una obesidad extrema favorece la demencia vascular, que es la segunda más frecuente.
Si uno practica –sin caer en el exceso- deporte en su niñez está adquiriendo un mejor esquema corporal con todos los beneficios posteriores; en su juventud esta aprendiendo a socializarse de una manera adecuada, a valorar el triunfo y la derrota en su justa medida, a acatar unas normas, la importancia del entrenamiento, a conocer los límites de uno mismo…; en la madurez segrega endorfinas, previene la demencia, la ansiedad y la depresión; en la senectud da vida social y obligaciones. Con la edad debe de cambiar el tipo de deporte, del fútbol a la natación –que uno no se lesiona- y de la natación a la petanca, pero ha de estar presente.
En artículos anteriores ya comenté que la genética no es fija ni determinada, sino que los factores ambientales puedan cambiar la genética. (Ahora puedo añadir que ya se ha visto en experimentación que esos cambios realizados por el ambiente se pueden pasar a generaciones posteriores).  En el año 2007 la prestigiosa reviste Nature publicó que investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale demostraron que que el ejercicio físico activa el gen que hace que se produzca el factor de crecimiento vascular (VGF). Este VGF tiene efectos antidepresivos e influye en mejorar la plasticidad sináptica. Por si esto fuera poco influye en el metabolismo.
Sobre el ejercicio y los síntomas de la ansiedad se han hecho numerosos estudios. En un metaanálisis, -un análisis que hacen de varios estudios publicados-, del  “Archives of Internal Medicine” el investigador principal observó que la práctica de actividades físicas como andar o levantar pesas, podría convertirse en una medicina más efectiva que los fármacos que se les prescriben a los pacientes para reducir la ansiedad. Quizás menos cómoda, ya que requiere tiempo y un esfuerzo personal, pero más eficaz a largo plazo.
Respecto a la depresión hay que señalar que en 1999, el Centro Médico de la Universidad de Duke monitorizó a un grupo de pacientes deprimidos para que realizaran 30 minutos de ejercicio enérgico tres veces por semana y a otro grupo se le dio psicofármacos. Vieron que a corto plazo el ejercicio era tan eficaz como los fármacos para aliviar los síntomas de depresión aguda. Al cabo de un año volvieron a valorar a los pacientes y vieron que el ejercicio continuado era eficaz también a largo plazo.
Y no hace falta irse tan lejos, en un estudio realizado en la Universidad de Granada vieron que el ejercicio físico estaba directamente relacionado con el bienestar psicológico, es decir, que la gente que practicaba ejercicio se encontraba mejor psíquicamente. Y así podría seguir con estudios sobre los beneficios del ejercicio aeróbico para el cerebro, víscera noble pero víscera, como son la generación de neuronas en el hipocampo, la mejor plasticidad, la menor incidencia de demencia,…
Recientemente de la Universidad de Essex, en el Reino Unido analizó los resultados de 10 estudios previos realizados en Gran Bretaña con 1. 252 personas de diferentes edades, sexos y estados de salud mental. Observaron qué desarrollar durante cinco minutos diarios actividades al aire libre como pescar, montar en bici o a caballo, hacer labores de jardinería, caminar o cuidar animales beneficiaba la salud mental de todos, aunque las mejoras más evidentes se vieron en las personas más jóvenes y en las que tenían más problemas psíquicos. Los pragmáticos británicos concluían el estudio señalando que realizar más ejercicio al aire libre conlleva beneficios tanto para cada individuo, como para la sociedad en general, ya que se reduce el gasto en salud pública.
Vivimos en un mundo sedentario y nuestro cuerpo es el mismo ahora que desde hace varios cientos de miles de años, cuando era necesario realizar un abundante ejercicio físico para sobrevivir. Para solucionar ese problema hay que realizar, además de la actividad habitual, ejercicio físico tres días a la semana media hora de manera enérgica o cinco minutos al día todos los días. Esto le ayudará a mantener una mente sana.
artículo publicado en prensa pitiusa

domingo, 24 de octubre de 2010

quousque tandem?

Reproduzco unas lineas de "la psicosis única" del no bien ponderado Bartolome Llopis.

El principio etiológico-sintomatológico de KRAEPELIN ha sido sometido a múltiples ataques. Realmente, como dice KURT SCHNEIDER, “precisamente este problema del síntoma, la cuestión de cómo y hasta qué punto depende del proceso patológico, constituye en la actualidad el principal problema de la Psiquiatría clínica”.
Después del triunfo de aquel principio y del consiguiente derrumbamiento de la tesis de la psicosis única, pueden señalarse cuatro poderosas corrientes ideológicas que convergen hacia la resurrección de esta vieja tesis:
1. El reconocimiento de la inespecificidad de los síntomas psíquicos (HOCHE, BONHOEFFER, SPECHT, HARTMANN, BUMKE, etc.).
2. La aplicación de los puntos de vista evolutivos al estudio de las afecciones del sistema nervioso (J.H. JACKSON, MONAKOW y MOURGUE, P. JANET, M. LEVIN, H. EY, etc.).
3. La superación de la psicología atomística por la consideración unitaria de la vida psíquica (psicología de la totalidad, de KRUEGER, EHRRENSTEIN, etc.; psicología de la forma, WERTHEIMER, KOEHLER, KAFKA, etc.).
4. La superación también de la vieja doctrina de las localizaciones cerebrales de las funciones psíquicas por puntos de vista que acentúan especialmente la importancia de la actividad conjunta de todo el cerebro (FLOURENS, LAHSLEY, MONAKOW, GOLDSTEINA, J. GONZALO, etc.).


El titulo se debe a que estas líneas fueron escritas en 1954 en territorio ibérico, y aún hay que repetirlas cada día cuando leo sobre la frenología en versión spect,  los síntomas psicóticos como patognomónicos de las psicosis (alucina así que es bipolar o esquizofrénico), los cortes transversales en la vida del individuo (diagnósticos que no se van ni con agua caliente), los test sobre un aspecto concreto como diagnóstico irrefutable general (el dichoso TDAH), ...

¿etiquetar?

Estoy posponiendo el tema de poner etiquetas a las entradas del blog. Como un procrastinador más. No hay en este tema acedia, ni alteración volitiva,... es más bien duda.
Me propuse etiquetar las entradas al llegar a 10. Con un optimismo inusual, por ignorancia, pensé que ese redondo número ya me daría idea de como agrupar los temas que suelo tratar, de hasta donde me llega la vena creativa.
Leo otros blogs, tengo nuevas ideas....así que pensé: "mejor 25 entradas".
Esta es la 29 y aún no me he lanzado a etiquetar.
Miro, y admiro, otros blogs, para tomar ejemplo de los mayores, de soluciones similares a problemas similares,... pero es tanta la variación. Hay etiquetas "ad hoc" que lo dicen todo pero sólo engoblan una o dos, hay etiquetas generales que engloban todo pero no dicen nada,...Otras que son sinopsis, como por ejemplo esa etiqueta de "hijos de puta", en el fecundo blog de sobre lo divino y lo humano...
El problema de la intersección -casi continua-, el problema de las etiquetas que engloban subetiquetas y así hasta llegar a la tan citada división de narices de Cortazar, ... y por otro lado el problema de no etiquetar y perderme en la entrada única que hace naufragar a los que navegan buscando algo concreto en la vorágine de internet. Como decía el sabio de Granada "demasiada información es ruido"...
Creo que, en lo práctico del blog, esperaré hasta las 50 para tener bastante información para etiquetar. En lo práctico de la práctica clínica, esperaré a dominar el diagnóstico estructural , aunque en los informes utilice el CIE 10 para no caer en el DSM IV. Y en lo filosófico seguiré en la duda de la necesidad de etiquetas frente al caso único.

martes, 19 de octubre de 2010

¿por qué lo llaman depresión cuando quieren decir...?

Cuando se habla de depresión (enfermedad) parece que sea algo que existe en medicina desde tiempos de Aristoteles, pero no es así. La primera vez que aparece la palabra "depresión" en un diccionario médico es en 1860 en Inglaterra. No aparece en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española hasta 1884, donde aparece como palabra referente a deprimir, que es “humillar rebajar negar las prendas y cualidades de una persona o cosa”. Un sentido muy diferente del actual, en que deprimir tambien incluye “producir un decaimiento del animo”.
La depresión es un termino que se utiliza como síntoma, como síndrome y como enfermedad. A veces la depresión (enfermedad) no cursa con depresión (sintoma) y a veces la depresión (síntoma) no coincide con depresión (enfermedad)
La diferencia entre los tres es enorme. Un síntoma es una señal, un indicio de algo que está sucediendo o va a suceder. Por ejemplo el humo es síntoma del fuego, pero a veces hay humo sin fuego (como sucede en un tubo de escape). La fiebre es síntoma de una infección, o de otras enfermedades.
Cuando la gente dice que tiene depresión, y se refiere al síntoma, el sentido es muy amplio. Se refiere a ánimo bajo, tristeza, falta de energia, añoranza, mal de amores, melancolia, agobio, .... a veces poco o nada tiene que ver con la depresión (enfermedad)
El síndrome es un conjunto de síntomas característicos de una enfermedad. Por seguir con el ejemplo del fuego: si hay humo, calor, luz y llamas hay fuego. Cada elemento sería un distinto síntoma del fuego. Si hay fiebre, dolor al tragar, inflamación de amigdalas y se ven placas de pus hay amigdalitis. El síndrome de la depresión es un conjunto de síntomas (tres principales y siete accesorios) durante un mínimo de tiempo. Tener todos los síntomas de la depresión -el síndrome depresivo-, durante una semana no implica tener la depresión como enfermedad.
Para una enfermedad hace falta que exista, como mínimo una causa, un diagnóstico, y un tratamiento. Siguiendo con el ejemplo del fuego la enfermedad sería el incendio, que tiene una causa -a veces desconocida- un tratamiento, unas consecuencias, una prevención... es más complejo que un simple fuego o que el humo.
Las causas del síntoma puede ser escuchar una canción triste o ver el telediario. El síndrome puede aparecer por cualquier evento desagradable -y a veces agradable- y la enfermedad puede aparecer por alteraciones del cuerpo o la psique causadas por múltiples factores, tanto internos como externos
¿Por que alguien sufre una enfermedad depresiva? Puede ser por una enfermedad física que causa enfermedad depresiva, un tratamiento con farmacos que como efecto secundario dan enfermedad depresiva, una vivencia o una creencia,... pero muchas veces no se sabe, la causa es desconocida. Hay teorias que apuntan que puede ser la bajada de un neurotransmisor, teorias que no están demostradas aunque se den por ciertas.
De momento hemos visto que la enfermedad depresiva es de origen desconocido -nadie sabe a ciencia cierta porque la gente sufre enfermedad depresiva aunque haya muchas teorias-, que se puede desencadenar por múltiples circunstancias y que no es lo mismo estar triste (síntoma) que estar deprimido (enfermedad)
Asi que pueden ver que el diagnostico es complicado, -ya que el diagnóstico ha de servir para poner un tratamiento efectivo y no para poner un nombre-.Las escalas de las que disponemos nos informan del más del síndrome que de la enfermedad y cuando alguien se queja de depresión hay que hacer un estudio cuidadoso para diferenciar a que se refiere la persona.
Otro tema es el tratamiento de esta dolencia. Si tratamos la enfermedad (con causa incluida), tratamos el síndrome (multitud de síntomas ) o tratamos el sintoma (sólo la tristeza). Cuando digo tratamiento hablo del tratamiento de la persona, no sólo de psicofármacos que adormezcan la conciencia o den un alegre pasotismo. Pero eso da para otro artículo.

publicado en prensa pitiusahttp://es.calameo.com/read/000001775c3ccbf15d2e8

sábado, 16 de octubre de 2010

un libro recomendable


Tengo la idea, quizás absurda, de que la gente preocupada por la salud mental de sus compañeros humanos tiene cierta querencia a las artes, la filosofía y la historia. Y también tengo la idea de que los lectores de estas entradas son gente preocupada por la salud mental de sus compañeros humanos.
Sirvan estas líneas para establecer un rápido silogismo, deducir que los que leéis esto tenéis interés por la filosofía, el arte y la historia y recomendaros un libro:
“el día que Nietzsche lloró”.
Ambientado en la Viena del nacimiento de la terapia de “deshollinar”, germen del psicoanálisis esta protagonizada por Breuer y Nietzsche  con Lou Andreas Salome y Sigmund Freud, como personajes de la novela y referencias a Brentano,  Anna O., Brucke, Bingswanger (hijo),… nombres que uno lee en libros que rara vez son narrativa.
El libro entremezcla la evolución del psicoanálisis –si se quiere ver se ve como pasa por la asociación libre, el poder de Adler, el “rollito”  emocional de Sullivan,… - , la filosofía de Nietzsche con “frases de granito”, el ambiente de Viena, la personalidad de un joven Freud,…
Os pongo frases sueltas escogidas al azar. Abro el libro, miro dos párrafos y leo:
“Aún así -dijo Freud pasando por alto el enfado de Mathilde-, es un caso que abre un nuevo camino. Podría significar el inicio de un nuevo camino terapéutico”
“lo que necesito ahora no es una declaración poética y abstracta sino algo humano, directo”
“creo que toda nuestra prehistoria puede encontrarse en el texto de nuestros sueños”
Y así todo el rato….
Por si queréis hojearlo –u ojearlo porque las hojas del e-book no me parece que sean hojas- aquí os dejo el enlace:
http://www.scribd.com/doc/9670637/el-dia-que-NIETZSCHE-lloro

sábado, 9 de octubre de 2010

mente sana

El concepto “mente sana” es tan complejo o tan sencillo como se quiera tomar. Algo así como el concepto de buena vida, que para algunos autores es simplemente ser virtuoso y otros buscan complicados esquemas éticos, estéticos y políticos. Para Séneca la buena vida es una vida sobria y moderada, para Sid Vicious vivir rápido y dejar un bonito cadáver.
Evitaré ahondar en filosofía de una manera directa y tomaré como “mente sana” la que es útil para uno mismo y los demás, la que nos permite desarrollarnos, superar las continuas adversidades del día a día y los duros golpes que, algunas veces, nos da la vida.
¿Por qué no escribir una serie de consejos sobre el “cerebro sano”? El cerebro es una víscera, noble pero víscera, que sirve para codificar información. Una información cuantiosa, valiosa y vital pero simple información. El resultado del manejo de esa información -que no depende solo del cerebro- es lo que nos hará vivir de una manera o de otra. Los consejos sobre cómo mantener el cerebro en forma abarcan una cantidad de áreas que superan los puramente anatómicos y fisiológicos. Tienen que ver con hábitos de vida, con filosofia de vida, con una visión amplia que, desde la perspectiva empobrecedora de la bioquímica y los fármacos, se agota enseguida..
Sobre el estudio bioquimico de la mente, se suele decir que analizar un cerebro desde la perspectiva de la bioquímica es como intentar entender un libro analizando químicamente la tinta y el papel. Sabremos la composición química, pero no lo que transmite el libro, y no diferenciaremos el Quijote de la instrucciones de un aire acondicionado.
En la mente la diferencia no está en la composición química del cerebro, la diferencia está en cómo va viviendo cada uno su vida. Una orquesta para tocar una sinfonía tiene casi siempre los mismos elementos, como suene depende de una partitura, un director, un local, noventa músicos y, por último pero lo más importante, del que oiga la música.
En nuestro esquema cientifico actual toda idea, sentimiento, o acción, tiene una base anatómica en el cerebro, pero eso no hace que sean equivalentes hasta llegar a la igualdad. Por mucho que nos empeñemos en mirar con cámaras e isotopos radiactivos el momento en el que una persona se emociona no captaremos el sentimiento. Podremos localizar el lugar que se ilumina en el cerebro cuando siente algo, pero saber cómo es el sentimiento será imposible. Estimulando una zona del cerebro haremos que un individuo mueva una mano o sienta miedo, pero será distinto de querer mover la mano o sentir un miedo real
Asi pues la mente podemos valorarla como algo más, hay un plus en la mente, es algo más que el resultado del cerebro. Es algo relacional, que surge entre el individuo, la sociedad. Esto ha llevado a algunos psiquiatras y filósofos de la mente, como el Dr. Olivera, a afirmar la compleja frase de que “la mente está fuera del cerebro”
Sirvan estas líneas para dos cosas. Lo primero indicar que la mente es algo dinámico, que cambia. La víscera noble que es el cerebro es tremendamente adaptable, hasta el punto que si nos quitan el centro de las emociones (que creemos que se sitúa en la amígdala) otros centros aprenden a sustituirlo y a seguir emocionándonos.
Lo segundo, como introducción para una serie de cartas al director en las que iré contando algunos consejos para tener una “mente sana” útil para nuestra vida diaria, trucos para evitarnos el estrés y sacar partido de las grandes cualidades que todas las mentes humanas tienen.

(artículo publicado en el periódico prensa pitiusa)

lunes, 27 de septiembre de 2010

extraviando groseramente el camino*

Hace un tiempo comenté al siempre inspirador bloguero, Lizardo Cruzado, que contestaría una pregunta que requería tiempo y reflexión, aunque el caso moviese más al comportamiento pasional y primitivo.
El caso (una niña de dos aos diagnosticada de TDAH y de trastorno bipolar se puede recordar aquí.
Ante la pregunta de ¿Puede circunscribirse la condena, el repudio y el escándalo solamente a la conducta incalificable de los padres ante la muerte de la pequeña Rebecca Riley? La respuesta breve es: posiblemente no.

¿Que llevo al padre a darle medicación en dosis cada vez mayores hasta causarle la muerte? Podemos suponer que el quería que su hija estuviese tranquila y le daba medicina. Cuando quería que estuviese más tranquila, le daba más medicina, y así hasta la muerte de la niña. Si simplemente quería acallarla podría haber comprado heroína y dársela, pero no lo hizo. En su contexto social se sabe que la heroína es droga (drug en el idioma del tipo) y la quetiapina es un fármaco (drug en el idioma del tipo). Se sabe que dar heroína a los niños es malo, pero también se sabe que a un niño enfermo hay que darle medicinas.
El padre se pasó con la dosis. Tomo unas atribuciones, una responsabilidad que no le correspondía y que le vino grande.
Hay una creencia, poco extendida afortunadamente: “los fármacos son inocuos”

¿Por qué el profesional ha detectado que tenía enfermedades? Porque el médico tenía unos conocimientos que se basan en que las conductas son producto del cerebro (esa víscera noble), y el cerebro (e.v.n) producto de una genética que se supone, a pesar de los avances de la ciencia en sentido contrario, inalterable
Las conductas aberrantes son síntomas de una lesión cerebral producida por un gen alterado. Así de simple.
Esas conductas/síntomas están codificadas en manuales y la suma de varios síntomas nos da un diagnóstico que implica un tratamiento
En un esquema: gen alterado -> lesión -> síntoma -> diagnóstico-> tratamiento
Cuanto antes iniciemos el tratamiento farmacológico antes dejará de dar síntomas, cuanto antes deje de dar síntomas mejor adaptada estará y más feliz será su vida.
Así, en el contexto de estas absurdas y simples creencias acientíficas, está justificado el diagnóstico y el tratamiento de una niña de dos años.

¿A quien culpar de que este médico tuviese ese esquema de funcionamiento en la cabeza? ¿a la universidad? ¿a congresos que le entrenaron en ese esquema de trabajo? ¿a un manual diagnóstico que apoya ese esquema simple y absurdo? ¿A una industria que crea fármacos?

Creo que a ninguno de ellos. Diagnosticar a una niña de dos años no lo contemplan los manuales, ni la universidad, ni creo que hagan los fármacos pensando en dárselos a niños de dos años provocando un homicidio involuntario.

Cuando yo era niño aún había madres que untaban el chupete en orujo para que el bebé durmiera. Quizás hubo alguno que falleció...  Hace años que el alcohol era bueno y hacía hombres, ahora toda la sociedad sabe que es fatal para el desarrollo del infante.
La única opción de cambio es la educación de la ciudadanía, de la sociedad, desde la ciudadanía, desde la sociedad.
Reconozco que parece que unas ideas se propagan más que otras, y que un grupo tiene más poder y medios que otro para imponer sus ideas, pero la ley tercera de la física de Newton nos consuela. “Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria: o sea, las acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en direcciones opuestas”.
Así que a seguir haciendo el otro camino.


*el título de la entrada está tomado del comentario de Lizardo Cruzado en su entrada

domingo, 26 de septiembre de 2010

Dualidades

Quizás los orientales se lo toman de otra manera.... En Occidente nos movemos mucho por la percepción de terminos opuestos. En psiquiatría crearon una dualidad entre epilepsia y esquizofrenia. Así dedujeron que si la epilepsia era lo opuesto a la esquizofrenia, si a un esquizofrenico le causaban epilepsia se curaría.
Con este planteamiento tan sencillo decidieron dar alcanfor a los pacientes causándoles convulsiones y vieron que funcionaba, pero debía ser que el alcanfor sabía muy mal porque decidieron inyectarlo en vez de degustarlo. Más tarde decidieron que la electricidad iba mejor para causar convulsiones y surgió la Terapia Electro Convulsiva. Una técnica de mala fama pero con una efectividad altísima en psiquiatría !!!del 72 %!!! (si una moto tuviese éxito al llevarme a los sitios un 72% de veces no me la compraría)

Otro ejemplo de error en dualidades es el que cometieron al dividir las enfermedades psiquiátricas en las que tenían base afectiva o secundarias (psicosis maniaco depresiva) y las que no la tenían (demencia precoz) ese eje de la nosología psiquiátrica se basaba en la idea  de que existía una "paranoia primaria" o "paranoia originaria"  que era una "psicosis funcional simple". Y asi originó Kraepelin su nosología, luego se retracto  (en 1920) pero la división estaba hecha y desde entonces vivimos con esa división.
Esta simplificación rápida de la historia-que ampliaré algún día- viene a propósito de otra dualidad: todos tenemos un lado reflexivo y otro impulsivo. En el examen -oral- estaba nervioso y pudo mi parte impulsiva. Critiqué el DSM (IV), critiqué el diagnóstico en psiquiatría-"al paciente no le sirve"" tenemos un 44% de concordancia" "Kraepelin fallaba como una escopeta de feria"-,  critique el  tratamiento "muy pobre y sintomático", critique la expansión del diagnóstico de trastorno bipolar (que he leído que llega al 10%)... en fin, que llevaba días leyendo opiniones que me habían puesto de mala uva y lo he vomitado todo en un foro que no era el adecuado. Las preguntas concretas las respondí bien y en eso confío....
Como me dijo mi profesor en una ocasión: Joder Miguel, tantos años y todavía no sabes cuando disimular...

sábado, 18 de septiembre de 2010

Cerrado -temporalmente- por oposiciones

Las oposiciones son un sistema absurdo. El no bien ponderado Bartolomé Llopis en este articulo dice todo lo que hay que decir.
Lo único bueno es que estoy leyendo libros que para mi eran desconocidos, con unas teorías aberrantes que memorizaré y después olvidaré . Por ejemplo el problema del diagnóstico y farmacoterapia precoz del trastorno bipolar,  la genetica como base de toda enfermedad mental, el tai, la negación del mundo interno, el adoctrinamiento en la cronicidad... Temas bien tratados en entradas de otros blogs. En los libros que leo ahora creen que los psiquiatras fundamentalistas/biologicistas tienen bolas de cristal... en las que ven el futuro de los pacientes.
Pero mientras haya oposición no hay tiempo de escribir.
Nos vemos a la vuelta.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Procrastinar, que bonito término....

Ha llegado a la psicología una nueva palabra, de sentido certero y delimitado. Equivalente a otras palabras ya en uso pero con un matiz de enfermedad ha llegado el verbo procrastinar. Este término aparece por primera vez en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, en la versión del 1992.Viene del latín procrastinare y quiere decir diferir, aplazar. Ese comentario que hacemos todos de “mañana sin falta…” o “en cuanto acabe de leer esto voy a…” es una procrastinación, pero el hecho de ser tan cacofónico (realmente suena mal) hace que, más un aplazamiento, parezca un síntoma psicológico y como tal sea usado.

No me preocupa que exista una nueva palabra. Aparecen y desaparecen las palabras cada poco tiempo. Recuerdo la palabra “carroza” con la acepción coloquial de viejo –recogida en el diccionario de la real academia de la lengua desde 1989- que no ha sobrevivido al paso de los tiempos, y el “molar” que en 1984 aparece como “gustar o agradar mucho una cosa” que todavía perdura. Pero dejando de lado la vida y muerte de las palabras y modismos la aparición de esta palabra concreta me despierta dos dudas: por qué y para qué.

¿Acaso tan prevalente y preocupante es el hecho de procrastinar, que ha requerido la resurrección del término desde el latín, para diferenciar la falla psicológica del hecho normal de diferir, aplazar? Seguro que muchas personas posponen sus obligaciones (posiblemente el 100%, puesto que en este mundo posmoderno todos tenemos más obligaciones que tiempo o memoria), pero ¿tantas acuden quejándose de ello al psicólogo o psiquiatra?

Y esto lo enlazo con la otra pregunta ¿para que esta palabra? Si una persona se queja y dice “vengo por que dejo todo para mañana y nunca hago nada”, El profesional puede decir: “eso es que procrastinas” y ya está. Asunto resuelto. Tenemos un síntoma, un nombre propio de lo que sucede. El paciente puede decir a su familia “No es que deje las cosas para mañana, es que procrastino” y la familia respira aliviada ante esta absurda pero tranquilizadora tautología. Otra opción es que el profesional se interese por la persona y le pregunte ¿y porque cree que deja las cosas para mañana?, y buscar una causa de su dejadez, de su falta de proyección en el futuro, de su vagancia, de su falta de interés en su propia vida, de su “eludir las obligaciones”..., porque procrastinar lo hacemos todos, el motivo difiere en cada uno, quizás sea anemia, apatía, depresión, o miedo a cumplir… Porque un hecho –dejar las cosas para mañana- puede tener muchas causas y diferentes significados para quienes lo practican.

El congelar las acciones en una palabra poco usual o en un diagnóstico sólo tiene utilidad si ayuda en el tratamiento. El resumir en una palabra una conducta sirve para poder decir lo mismo de una manera más concisa y exacta pero le quita la vida y el detalle personal que tiene la explicación de cada caso.

Si procrastino hasta el hecho de que es preocupante para mi vida y he de consultar a un profesional (que lo veo muy raro) deberé de saber la causa, qué significa el hecho de hacerlo, el pronóstico, y sobre todo saber que he de hacer para mejorar. De poco sirve saber el nombre técnico de lo que hago.

A veces para solucionar un problema es necesario trabajar con el “mundo interno” de quien lo tiene, -los recuerdos, las fantasías, las expectativas,…- otras veces basta con “trucos” para sobrellevarlo; pero sólo el diagnóstico, la palabra fría y sonora tiene poco sentido si no va unida a un proceso terapéutico.

Estas palabras raras y feas sirven para crear patologías que no existen, quizás pronto haya un síndrome del procrastinador, un libro a la venta y una pastilla curativa. Los profesionales de la salud mental tenemos pacientes de sobra, no sé por qué se empeñan en preocupar a la población con palabras que suenan a enfermedades inexistentes. Ya tenemos bastantes pacientes…

miércoles, 1 de septiembre de 2010

la television es nutritiva

Un grupo de pop de los 80 llamados Aviador Dro cantaban: “la televisión es nutritiva”.

Puede que tuviesen razón, puede que no. No sé si es o deja de ser nutritiva pero lo cierto es que muchos se alimentan de ella.

La televisión es omnipresente, y omnisciente pues se considera que todo lo sabe. Ante cualquier información que demos, la frase: “lo han dicho por la tele” pone el sello de autenticidad, lo da por cierto. Aunque por la tele se vean conejos que hablan, productos milagrosos que curan todo y el chocolate es bueno si lleva más leche y menos cacao (cuando lo bueno del chocolate es el cacao).Por cierto leer los slogans de los diferentes productos que algunos asustan.

Un ejemplo de desinformación peligrosa es que una adolescente, seguidora de series de televisión, me dijo que el sida no se transmite por besos en la boca, que lo habían dicho por la tele. Así que tuve que explicarle que el beso social – el de saludo- tiene un riesgo cero y el beso en la boca –también llamado húmedo- tiene un riesgo muy bajo pero no de cero (de hecho se ha constatado un caso), que aunque hubiesen dicho por la tele que no pasaba nada, era un dato erróneo y además falso. Le explique que la serie “física o química” no es una serie informativa, ni mucho menos educativa. Cuando vio en Internet, la información del sida, y el riesgo de transmisión por “beso húmedo” se convenció.

Respecto a la salud, comentar que en el número de diciembre de Archives of Internal Medicine, publicaron que reducir el tiempo frente a la televisión a la mitad podría ser la solución para evitar la plaga del siglo XXI, la obesidad.

Además, ver demasiada televisión de niño predispone a tener una peor salud de adulto. Un estudio neozelandés confirmó que pasar más de dos horas diarias ante el televisor durante la infancia y la adolescencia da como resultado un peor estado de salud al llegar a adulto. Hicieron un estudio prospectivo a mil chavales desde los tres años hasta que cumplieron los 26. Tras descartar otros posibles factores causales, culpan al matar demasiado tiempo frente a la televisión de un 17% de los casos de obesidad, de un 15% de los niveles altos de colesterol, de un 17 % del tabaquismo y de un 15% de la deficiente forma física.

Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), "Cada hora de consumo de televisión en niños entre 1 y 3 años incrementa un 10% las probabilidades de presentar trastornos de atención a la edad de 7 años. Esta cifra aumenta al mismo tiempo que lo hacen las horas de consumo de televisión". Esa controvertida enfermedad de déficit de atención –al que habrá que dedicar un artículo algún día- parece que podría tener parte de su causa en ver la televisión.

Y por si esto fuese poco el estar delante de la televisión nutriéndonos de dudosos conocimientos en el Archives of General Psychiatry de febrero del 2009 publicaron un estudio impecable. Tomaron a 4.142 adolescentes quienes inicialmente no eran depresivos. Después de 7 años de seguimiento 308 (7.4%) reportaron síntomas de depresión. Al controlar factores aquellos que informaron de un mayor uso de televisión tuvieron probabilidades mayores de desarrollar depresión. No hubo relación entre el desarrollo de los síntomas depresivos y la exposición a vídeos, juegos de ordenador o a la radio, pero si con la televisión.

De momento queda demostrado que ver la televisión favorece la obesidad, empeora la salud física, favorece la depresión,..

En otros artículos hemos visto que el tiempo para la reflexión y el cuidado personal, el deporte y las relaciones sociales son positivos para la salud física y mental. El tiempo que dedicamos a escuchar como Belén Esteban grita por defender a su hija es tiempo que no dedicamos a la reflexión y el cuidado personal, el deporte y las relaciones sociales. Pero no sólo es un tiempo que no aprovechamos para estar mejor. Es un tiempo que ayuda a que nos encontremos peor.
La televisión es nutritiva, pero es comida basura.

jueves, 26 de agosto de 2010

una única neurona no hace sólo eco

Parece que en esto de las neurociencias nos contradecimos cada poco.
¿Recordais cuando decían que las neuronas eran un equipo, que es necesaria una red, que una neurona sola no es nada y todas las metáforas sociedad-cerebro...? pues una se basta para discriminar secuencias temporales
os dejo el enlace a un blog que nos traduce y simplifica los avances de las ciencias
aquí

los 52 items contra el estrés


He releido  los 52 ítems probados de tareas sencillas que reducen el estrésdel grupo de la Universidad de Mujeres de Texas.
Se pueden leer todos en una entrada previa pero básicamente se dividen en tres grandes grupos: organización, cuidado de los demás y de uno mismo y miscelánea.
El primero, la organización, sería evitar el caos en la vida de uno, poner orden. Aconsejan levantarse 15 minutos más temprano en la mañana, prepararse para la mañana la noche anterior, anotar las cosas que hay que hacer durante el día, llevar a cabo un mantenimiento preventivo del coche, los electrodomésticos, la casa. Por supuesto dicen que hay que evitar dejar todo para última hora y que hay que planificar con anticipación. Un consejo que me ha parecido útil en la organización es el de quitarse las tareas desagradables primero, para que así el resto del día sea agradable.
Todo esto parece que va dirigido a tener esa sensación de control que nos permite sentirnos cómodos, que nos evita vivir en la incertidumbre en la que realmente vivimos.
El segundo bloque trata de cuidar a los demás y a uno mismo, dicen que hacer algo por los demás y amar y ser positivo evita el estrés. Ahora bien también ponen en otro ítem que es necesario tener capacidad para perdonar a las personas, así que amando y siendo empático nos podemos llevar algo de estrés. Insisten en un punto que he visto en otros estudios que es evitar a las personas tristes y establecer relaciones con personas positivas.
Sobre la relación con uno mismo, -un tema interesante ya que es la relación más intensa que tenemos en nuestra vida ocupándonos 24 horas al día, siete días a la semana,- nos aconsejan elegir un entorno favorable, cuidar el aspecto, evitar ese lenguaje autodestructivo que a veces nos hace tanto daño,… dedican numerosos consejos al cuidado de uno mismo con cosas como tomar un baño o una ducha al día, descansar, hacer ejercicio,…
A la vez dedican numerosos puntos a  la importancia de saberse limitado, es decir, saber que uno puede fallar y evitar eso que nos sienta tan mal que es el “yo puedo”. Las mujeres que hacen este estudio quizás pequen de previsoras a los ojos de los hombres del tipo de “yo ya lo sé” y aconsejan cosas que suenan tan extravagantes como realizar preguntas, hacer planes contingentes sencillos y útiles por si algo falla, saber decir no a proyectos adicionales, actividades sociales e invitaciones para las cuales no tenemos  el tiempo suficiente o la energía necesarios.
En la miscelánea hay cosas que si uno se para a pensar resultan muy útiles como ir preparado para esperar. Lleva algo que permita entretenerse por si hay que esperar por algún motivo no previsto. Dos muy útiles que yo combinaría son: dejarse un tiempo para la reflexión cada día y anotar pensamientos y sentimientos. Cuando uno tiene preocupaciones, o un problema el tomarse unos minutos para escribirlo hace que el cerebro lo enfoque de otra manera, lo vea de manera más lineal. A veces el pensar sobre ello una y otra vez hace que se active un programa de centrifugado, que no aclara nada, evitando avanzar hacia una solución.
Desde luego ponerse a cambiar de estilo de vida hacia uno mejor es útil y, a veces, necesario. Esto requiere un esfuerzo, una constancia y se supone que tiene la recompensa de una vida más organizada y con mejor relación con los demás y con uno mismo, lo que sería una buena definición de la vida tranquila.

martes, 24 de agosto de 2010

me han recomendado un relato donde me he encontrado una frase

A veces, por la experiencia diarias y las lecturas llegas a tener un conocimiento, una idea, intuición o concepto difícil de expresar. Sabes lo que quieres transmitir pero el explicarlo te obliga a hablar de ideas previas, necesitas delimitar las consecuencias de lo que dices... Y de repente un día ves una frase hermosa que resume todo lo que pensabas de manera sencilla y precisa.
No soy partidario de las grandes frases pequeñas. Una idea que cabe en una camiseta no suele ser una gran idea, -creo que lo que la engrandece las ideas es el desarrollo, no el eslogan- pero el otro día gracias a la lectura recomendada por cosas que tu psiquiatra nunca te dijo pude leer en el relato breve de "el alienista" una frase que resume las ideas que tenía sobre la cosificación del diagnóstico en psiquiatría, el distanciamiento que existe hacia el paciente al plantificar el diagnóstico, una frase simple. Decían del protagonista que era: "Frío como un diagnóstico"
Que manera más breve y hermosa de explicar lo que es un diagnóstico.

Dejo aquí el parrafo:

El instante en que doña Evarista puso los ojos en la persona de su marido es considerado por los cronistas de la época como uno de los más sublimes de la historia moral de la humanidad, y ello en virtud del contraste entre las dos naturalezas, ambas extremas, ambas egregias. Doña Evarista dejó escapar un grito, balbuceó unas palabras, y se arrojó sobre su consorte, con un gesto que no puede ser mejor definido que comparándolo con una mezcla de pantera y tórtola. No así el ilustre Bacamarte. Frío como un diagnóstico, sin desgonzar un instante la rigidez científica, extendió los brazos a su señora, que cayó en ellos y se desmayó. Corto incidente; al cabo de dos minutos, doña Evarista recibió los saludos de los amigos, y la comitiva se puso en marcha.

lunes, 16 de agosto de 2010

VOZ PARA LA SALUD MENTAL PITIUSA

los compañeros de DEFORSAM inician aventura -rehabilitadora y luchando contra el estigma- en las ondas y en la red. Siguiendo el ejemplo de la radio colifata y otros grupos realizan un programa semanal los lunes en onda cero de Ibiza y Formentera. Los que no viváis en estas islas lo podéis oír en su blog. http://radiocoliflor.blogspot.com/

Una iniciativa digna de aplauso que empieza con arranque y que esperamos sea semilla y lugar de encuentro y aviso de más acciones pro salud mental en las islas pitiusas.

jueves, 12 de agosto de 2010

Cannabis

Tengo tendencia a evitar las polémicas, las discusiones. Pero me pidieron que escribiera sobre el cannabis para gente que conoce poco y dando una visión neutra. Como pasa con algunas figuras históricas una visión neutra es muy similar a la visión de los partidarios o la de los enemigos. Es difícil mantenerse neutral en este tema por las experiencias y expectativas, porque toda percepción pasa por el filtro de las emociones y por que uno que es sujeto y no puede ser objeto. Muchos artículos científicos son directamente financiados por algún interés económico. Esto viene a ser como preguntar a un bodeguero si el vino es bueno para la salud o a un empresario de industrias cárnicas por las bondades de ser vegetariano.
Los artículos que cito aquí no los ha financiado ninguna industria farmaceutica - al menos que yo sepa-.
Y antes de hablar del cannabis, sabiendo que en este tema hay mucho elitista, mucha singularidad -más o menos como con el vino actualmente y con el tabaco anteriormente- perdonen mis múltiples errores, mi intención es puramente divulgativa.
Los primeros experimentos con cannabis provienen del Club des Hachischins (Club de consumidores de hachís), fundado a mediados del XIX por el psiquiatra Moreau de Tours. Su obra fundamental es Du hachisch et de l'aliénation mentale (Del hachís y de la alienación mental) en la que consideraba el cannabis como "un medio poderoso y único de exploración en materia de patogenia mental", es decir, que las experiencias con cannabis te permitían explorar el mundo de los alienados (los pacientes psiquiátricos con trastorno mental severo) Tenía la esperanza de poder utilizar el cannabis en el tratamiento de algunas enfermedades mentales, pero ya en aquella época vieron que causaba síntomas similares y, en ocasiones, la propia enfermedad.
Este año han aparecido dos artículos en buenas revistas científicas con estudios prospectivos. Un estudio prospectivo es un estudio en el que eligen a un grupo de gente y los siguen durante años a ver cuáles son sus hábitos y lo que les sucede. No es lo mismo coger a cien pacientes deprimidos y ver si han fumado –estudio retrospectivo-, que coger a cien personas ver cuántos fuman, cuántos no fuman, seguirlos diez años y ver si se deprimen más los fumadores que los no fumadores. Este segundo tipo de estudio -prospectivo- es más caro, más complicado y más preciso. Evita sesgos de la memoria del paciente y del observador, además permite valorar más los factores de confusión.
En marzo el Archives Of General Psychiatry nos dice que el consumo prematuro y prolongado de cánnabis se relaciona con la psicosis. Lo que hicieron John McGrath, y su equipo del Instituto del Cerebro de la Universidad de Queensland, en Australia fue ir evaluando a 3.801 adultos jóvenes nacidos entre 1981 y 1984. A los 21 años de seguimiento compararon el consumo de cánnabis en los últimos años con varias medidas sobre psicosis. El 17,7% había consumido cánnabis durante tres o menos años, el 16,2% durante cuatro o cinco años y el 14,3% durante seis o más años. Los resultados fueron claros, a más tiempo consumiendo mayor riesgo de psicosis (el doble) y multiplicaban por cuatro su capacidad para tener delirios. Además, los individuos que habían experimentado alucinaciones en etapas tempranas de su vida eran los que habían consumido cánnabis de manera más precoz y frecuente. No es raro el resultado ya que el cannabis es una droga psicotrópica que modifica la percepción de la realidad (interna y externa) del sujeto que la toma.
En el British Journal Of Psychiatry en abril publicaron los resultados del consumo ocasional de cannabis en la adolescencia, un estudio de seguimiento de 10 años. Tomaron 1943 estudiantes de escuelas secundarias y los entrevistaron en ocho ocasiones desde que tenían 15 años hasta los 24 años. Vieron que los adolescentes consumidores ocasionales de cannabis que continuaron con un consumo ocasional hasta la edad adulta temprana tuvieron mayores riesgos de desarrollar una dependencia al alcohol y de consumo de drogas ilícitas, así como menos posibilidades de completar algún grado de educación después de la secundaria que los no consumidores. Aquellos que consumían cannabis, por lo menos una vez por semana durante la adolescencia o a la edad de 20 años, se encontraban en mayor riesgo de tener problemas de consumo de drogas en la edad adulta temprana. Aquí surgen dos opciones: o bien eran ya personalidades adictivas que se hubiesen “enganchado” a cualquier droga o bien el cannabis ha generado sus efectos sobre la personalidad del individuo convirtiéndolo en un adicto.
Es decir, que el consumo de cannabis reporta mayor riesgo de psicosis, de alucinaciones, de consumo de otras drogas y de escaso rendimiento académico tras la secundaria.
A raíz de la proliferación de sin-semilla o “skunk” –una variedad de marihuana con altísimo contenido de THC- observaron que aumentaban los casos de psicosis, así, tras un estudio publicado en British Journal of Psychiatry, 2009; 195, (6):488-491 relacionaron que las concentraciones del ingrediente activo del cannabis, el delta-9-tetrahidrocanabinol (9-THC), incrementan el riesgo de psicosis
Lo que me extraña es que cuando descubren que el THC es útil para disminuir los vómitos de los enfermos terminales den la noticia en todas partes a bombo y platillo y cuando descubren que los consumidores de cannabis tienen un alto riesgo de desarrollar psicosis, nadie se haga eco de la noticia.
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