Sigo dándole vueltas al concepto vacío de "desorden neurológico" y en una de estas reflexiones que duran lo que un viaje en ascensor (de tres plantas que en Ibiza no hay casi pisos de más de siete plantas) se me ocurre que si comparamos la esquizofrenia con una enfermedad claramente neurológica -como por ejemplo el parkinson o la epilepsia- tiene más similitudes que diferencias:
Etiología: desconocida. Se supone que algo de genética -porque sin genes no hay persona-
Diagnóstico: por la clínica, basado en la observación. A pesar de ser enfermedades totalmente bioquímicas -dicen los sabios oficiales- no encontramos como medir las alteraciones bioquímicas para hacer el diagnóstico correcto. (No será que se equivocan)
Tratamiento: decimos que controla los síntomas y que hay que tomarlo toda la vida y siempre hay casos refractarios al tratamiento y casos que espontáneamente mejoran (ya ves tú que poco control tenemos). Hay muchos tratamientos farmacológicos, siempre divididos en dos grandes grupos: nuevos y clásicos (el comentario de esta división se lo dejo a Jose) y hay muchos alternativos (no tomar lácteos, ponerte imanes,...)
Evolución: según la persona. Sabemos que hay cosas que lo empeoran, pero depende del paciente...
Curiosamente, una vida ordenada favorece una buena evolución en todas -aunque eso no sea bioquímico ni venga en formato pastillas-
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