El comentario de Etiquetada:
Hay algo que no entiendo en este caso que cuentas,y es la insistencia en relacionar la conducta violenta con el hecho de no tomarse la medicación. Eso lleva a pensar que la agresividad es consecuencia directa del diagnóstico de esquizofrenia,como un síntoma consustancial, y no de otros muchos factores (frustración social, incomprensión por parte del entorno, falta de horizontes, falta de estrategias para afrontar y resolver conflictos, y un largo etcétera, por poner algunos ejemplos que se me vienen a la cabeza..., y con los que en absoluto pretendo justificarla, sino sólo contemplarla en su complejidad).
Y digo esto porque quien pretenda presentar una actitud violenta como parte de la sintomatología está faltándole al respeto a las miles de personas que, compartiendo diagnóstico, están siendo criminalizadas de foma genérica e injusta, desde el momento en que no hay nada en su comportamiento que pueda calificarse de violento.
Hay algo que está fallando en el discurso psiquiátrico, es obvio, y lo único positivo es que los propios profesionales empiecen a negarse a que sus labores profesionales tengan una función represiva.
Es todo muy complejo, pero no darse cuenta de que estos planteamientos criminalizadores son tremendamente injustos es un asunto grave.
Quiero pensar que una apuesta fuerte y honesta por la psquiatría comunitaria, que incluya una labor pedagógica igualmente honesta que deje de atribuir potencialidades delictivas a las personas diagnósticadas en mayor medida que a cualquier otra persona, podría constituir un horizonte esperanzador. Se escucha hablar últimamente, desde el propio ámbito profesional, de la necesidad de una cuarta reforma psiquiátrica, que elimine la sobremedicación, los atentados a los derechos fundamenales de las personas y sobre todo, y ya de una vez, la alianza terapéutica que incluya el empoderamiento del paciente, tal y como contempla la Convención Europea sobre Discapacidad.
Hilari, de Tira los muros, contesta y añade:
SIEMPRE INCREIBLE Y MAGNÍFICA "ETIQUETADA"...estoy con ella al máximo, visualiza y demuestra lo que otros profesionales "expertos" no somos capaces de ver...creo que obvian la relación terapéutica(ahora más que nunca 2ª a la austeridad) y ni saben lo que es el empoderamiento o el paciente experto… eso si, pierden el tiempo en la judicialización (criminalizando), medidas coercitivas (TAI) y "estudiando e investigando" sólo biofarmacología...nada! se estrellan contra un muro mientras mantengan sus miedos y prejuicios de alarma social.
creo que coincidimos...la familia debe implicarse y responsabilizarse porque "es su familiar querido" el que tiene "una enfermedad"…comencemos a no vivirlo como una sobrecarga…imagínate el afectado directo como lo vivirá…sólo pido que 2-3-4 profesionales iluminados en un despacho NO elaboren y ejecuten un proyecto de vida de una persona que incluye Tto. (adherencia, conciencia, prevención recaídas), empleo (protegido, normalizado o "no sirve para trabajar"), vivienda (casa de los papis, alquiler, piso protegido, residencia), interacción social (recursos protegidos, normalizados...) sin que esté presente el protagonista (o protagonistas y responsables: elige tú mismo) y la familia desde el inicio de todo...Y ESTO OCURRE, el error es que en Salud Mental "cada maestrillo tiene su librillo", una lástima.
y Anx aporta:
Evitando cualquier tipo de tabú puede decirse que las instancias agresivas más o menos latentes, peor o mejor manejadas, son generalmente parte consustancial de cualquier episodio psicótico. Señalar sólo que el objeto persecutorio es siempre agresivo y peligroso para el sujeto que lo imagina. Se crea un determinado significado delirante y, además, el delirante ha de hacerse cargo de todo un material instintivo de agresión exnovo una vez que se desprende, revienta, una parte de la personalidad, y entonces ésta acaba persiguiéndolo allá por donde va.
Bien es cierto que muchos sujetos se subsumen ante la suspicacia y se retraen, pero otros se defienden sin embargo exteriorizándola mucho más. Por supuesto que soy partidario de que la sociedad afronte riesgos y se respeten las partes sanas, y hasta enfermas, de todo individuo, pero eso, desde luego, significa no negar y conocer esta realidad en todos sus aspectos. De ningún modo una enfermedad puede ser una cuestión entre malos y buenos. Quizá por eso, al igual que ocurre con la angustia psicótica, el rescate con medicación neuroléptica, suele disolver radicalmente esta característica agresividad preexistente, innata, radicalmente biológica, propia del predelirio, de un modo que acaba pareciendo al observador neutral y desprevenido cuasi milagroso.
Pues eso que da gusto tener estos interlocutores.
La imagen como siempre de joan costa en http://www.recorreribiza.com/
5 comentarios:
Hola Miguel:
Por alusiones no puedo evitar escribirte hoy. Muchas gracias por considerar tan interesante el comentario como para convertirlo en entrada. Gracias a ti también Hilari, por esos piropos que me sacan los colores.
anx, no estoy de acuerdo con lo que dices, quizá es una cuestión de experiencia, quizá tú conozcas más casos de conducta violenta en medio de un proceso psicótico, en mi experiencia sucede al contrario. Muchos profesionales que se han manifestado, en diferentes foros y blogs, sobre este tema, coinciden en su gran mayoría en destacar que, en su trayectoria profesional, se han encontrado con más inhibiciones que agresiones.
No estoy por admitir que la agresividad sea síntoma inherente a la psicosis, ni por cuestiones de estadística social, ni mucho menos por cuestiones biológicas. La agresividad como conducta, y la psicosis como "estado", a veces, coindiden, simplemente. Las relaciones de coincidencia no deben confundirse con las de causa efecto.
Bueno, pues eso, abrazos.
Hola.
Sí que pienso que la psicosis tiene mucho de ceguera, con todo lo dramático que conlleva estar ciego aquí: estando ciego y seguir las mismas directrices que el vidente, que puede tener consecuencias devastadoras.
Es cierto que hay cientos de miles de episodios psicóticos que no acaban en episodios violentos. Pero los hay. Y los hay porque el psicótico no puede seguir un guión preestablecido.
La psicosis es más como un proceso que un estado. Pero un proceso donde necesariamente has de hacerte cargo de una potente carga de agresividad. La psicosis nunca es inicialmente remanso de paz. Es violenta y deletérea porque algo se rompe.
Generalmente suele ser que vas entrando en ella con despersonalización, miedo y extravagancia, dejando al margen la problemática agresión tácita al medio porque es precisamente implicarse mucho y tu tampoco estás en condiciones de ser un héroe. Pero hay pobres diablos que se estrellan y hacen lo que nunca hubieran esperado de sí. Y tb hay que pensar en ello. No sales absuelto por agredir estando psicótico pero la causa-efecto es muy clara en esas violencias tan llamativas que salen en los medios a veces.
La razón de una enfermedad.
También hablo por experiencia propia. Nunca he hecho daño alguno y he tenido muchas ocasiones para probarme. Sí he estado a punto (una vez) en un acto impulsivo que afortunadamente no tuvo consecuencias (como vino se fue). Puede ser fácil ser otro me di cuenta. Ocurrió en los estertores de ver las cosas muy distintas, luego de estar absolutamente acorralado por la psiquiatría oficial. Creo mucho en eso de que la violencia genera violencia (aunque habitualmente paga quien no lo merece). De todos modos, no iba a ningún sitio. La psicosis es un producto altamente inflamable. No tengo duda de eso.
Gracias Miguel por añadir mi comentario en tu publicación (que protagonismo!), me animas en uno de mis momentos peores de mi vida. Tu blog si que es un lujo, como “tu isla”. Recomiendo tu blog a diestro y siniestro.
Anx, cierto es que la violencia: alteración de conducta no aceptada o estigmatizada (crímenes individuales, agresiones verbales y físicas desorganizadas involuntarias: muy pocas pero con alarma social injustamente tratadas por el morbo mediático) y aceptada, normalizada y voluntaria (medidas "terapéuticas" coercitivas y restrictivas, crímenes de guerra, por religión, defensa de un país, terrorismo o mafias: cientos, miles...pero injustamente justificadas). ¿Dónde colocamos la posible violencia de un brote psicótico?
En un brote psicótico existe una alteración de los procesos del pensamiento (delirio, alucinaciones…es un estado temporal (como indica Etiquetada?) y parte de un proceso (puede ir hacia delante: más sufrimiento emocional…pero NO quiere decir hacia la violencia). Por supuesto se intenta que no sea un estado crónico ni permanente (entonces si sería un estado, forma de ser). “Violento” es su repentina aparición=brote para el afectado, donde la prevención de recaídas detectando los síntomas de alarma son individualizados, con una evolución (principio y final), actualmente tiene un cuidado o tratamiento y prevención...pero ¿existe esa alteración y cuidados en un psicópata o terrorista…? esta violencia normalizada sí que NO tiene remedio, no se cuestiona su final, ni se lo cuestionan los agresores (causa justificada) ni los agredidos (“estamos en guerra, vamos a la guerra”).
Según uno de los primeros estudios por un grupo de expertos, presentado en 2006 que quedó plasmado en el libro “Neurobiología de la agresividad humana”, sólo el 5% (ahora está en un 3-4%) de los esquizofrénicos tratados tiene conductas violentas.
No existe peligro si el afectado está tratado y cuidado por profesionales o existe autocuidado, y que cuando ejerce violencia a causa de un brote por no estar tratado adecuadamente, la mayoría de violencia es auto-agresiones (incluido el suicidio) o agredidos por otros.
Es peligrosamente violento e injusto alimentar el binomio salud mental-violencia.
http://tiralosmuros.blogspot.com/2010/06/es-peligrosamente-violento-alimentar-el.html
http://tiralosmuros.blogspot.com/2009/11/la-historia-injustamente-se-repite-un.html
ahora mismo estoy en Kuching, en cuanto vuelva a occidente os sigo.\Abrazos.\miguel
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