Ya hay ciertas normas de cortesía y urbanidad aprendidas (ya no suenan con tanta frecuencia en cines y conferencias) pero aún faltan de aprender algunas.
El tema está en que la culpa no es del móvil, si no de la mano que enciende el móvil, pero no de la mano que enciende el móvil, sino del ser humano que controla la mano que enciende el móvil, pero no del ser humano que controla la mano que enciende el móvil, sino de la crianza de ese ser humano que controla la mano que enciende el móvil, pero no de la crianza de ese ser humano que controla la mano que enciende el móvil, sino de la sociedad que estimula esa crianza de ese ser humano que controla la mano que enciende el móvil, pero no de la sociedad que estimula esa crianza de ese ser humano que controla la mano que enciende el móvil, sino de la historia que cae sobre esa sociedad que estimula esa crianza de ese ser humano que controla la mano que enciende el móvil...
y siguiendo otro camino podríamos ir por mano, cerebro, neurona, evolución,o podríamos ponernos más clásicos y llegar a Dios que todo lo puede, o más sociales e ir hacia el marketing y su dominio para el uso y abuso, o podríamos caer en lo poético y recurrir a Borges y citar el final del soneto que recitó Marcela:
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonías?
Es decir, que en el tema de responsabilidades uno puede hacerse cargo o diluirse en excusas, y siempre tendrás una teoría que te excuse, un algo a lo que echarle la culpa.
La otra opción es el valor de la responsabilidad. En este mundo de individualidades ya sólo se echa mano a lo social, lo común para esconderse cuando suena el móvil en la sala.
4 comentarios:
Como dices, siempre hay un otro social, familiar, histórico o neuroquímico a quien culpar de lo que hacemos, pero al final, quien aprieta la tecla de contestar (lo decida hacer o racionalice la decisión a posteriori) es uno mismo.
Resumiendo: que si la música del movil es espantosa, la culpa no se la puedes echar a otro. Y si uno no tiene mucha originalidad, siempre de puede poner El Padrino, cosa que yo hice durante años.
Besos y abrazos.
Tratamiento propuesto para dejar de fumar: "no comprar tabaco". Paciente: "pues menuda mierda de psicólogo...."
Saludos responsables
Jose, compañero,un placer verte, por cierto como sigas con esas entradas sobre la industria no te van a dar ni un triste bolígrafo...
Jesús, gracias por tu breve pero intenso comentario.
Supongo que esa es una de las diferencias entre los consejos de bar y los psi-consejos: la alianza terapéutica previa ;-)
Un abrazo.
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