Me gustan los pichigüilis, esos objetos que regalan los representantes comerciales de cualquier industria. Todos tienen estos pequeños objetos, desde la gran empresa automovilística hasta el restaurante de menú del barrio.
La industria farmacéutica mueve mucho dinero y mucho producto. Puede pagar buenos creativos y utiliza mucho estos pichiguilis.
Supongo que uno de los motivos de tener tanto y tan variado y sesudo pichigüili es que lo que vende es poco medible.
Cualquier consumidor puede apreciar la diferencia entre modelos de coche, modelos de ordenador, de móvil, nevera,...y escoger el más adecuado a sus necesidades.
Pero entre analgésicos o antidepresivos la diferencia es más sutil, más teórica, menos tangible,...
Además el médico casi siempre "compra" los medicamentos para regalarlos. Y con dinero que no es suyo.... Complicada situación.
La industria farmacéutica mueve mucho dinero y mucho producto. Puede pagar buenos creativos y utiliza mucho estos pichiguilis.
Supongo que uno de los motivos de tener tanto y tan variado y sesudo pichigüili es que lo que vende es poco medible.
Cualquier consumidor puede apreciar la diferencia entre modelos de coche, modelos de ordenador, de móvil, nevera,...y escoger el más adecuado a sus necesidades.
Pero entre analgésicos o antidepresivos la diferencia es más sutil, más teórica, menos tangible,...
Además el médico casi siempre "compra" los medicamentos para regalarlos. Y con dinero que no es suyo.... Complicada situación.
Me resulta divertida la creatividad para desarrollar artículos que mezclan prestaciones. Una unión de diseño e ingenio que se llega a exagerar hasta ser una caricatura de si misma: ese bolígrafo con post-it incorporado, ese ladrón de USB que sirve para calentador de taza, esa memoria USB que es bolígrafo y puntero láser, ese imán de nevera que sirve para abrir latas de cerveza, ese reloj que según como lo apoyes es despertador, esa calculadora portatarjetas,...... Cientos de objetos con mayor o menor acierto: material de oficina, ofimática, y otros (por ejemplo un abridor de botellas de vino, incienso, peines,...). Cientos de objetos que comprarías por poco dinero o, directamente, no comprarías.
Una buena muestra se exhibe aquí.
Una buena muestra se exhibe aquí.
Las actitudes frente a estos objetos son dispares. Conozco un profesional que acumulaba en su taquilla hasta tres cajas grandes llenas de bolígrafos, (muchos de ellos secos por el paso del tiempo), otros que tienen agendas de años anteriores sin usar, los que en los congresos se lanzan a coger bloques y bloques de hojas.
Pocos los desdeñan,...
Pocos los desdeñan,...
Los más creativos hacen un blog, como Lis Ensalander
Los coherentes ética y políticamente, que no aceptan ni un bolígrafo como Jose y Amaia
Los coherentes ética y políticamente, que no aceptan ni un bolígrafo como Jose y Amaia
¿Que valor tiene un pichigüili?... El valor de un regalo.
Te lo dan (o lo consigues en un congreso). Te hace ilusión. Lo abandonas en un cajón. Reaparece -con menos ilusión-. Se lo regalas a un sobrino. Le hace mucha ilusión. Lo deja en un cajón. Reaparece -con menos ilusión-. Se lo regala a un amigo. Le hace mucha ilusión. La madre del niño lo tira a la basura,....
Ahí acaban todos tarde o temprano: en la basura, en el reciclaje... o inutilizados en manos de algún acaparador obsesivo.
¿Cuánto valen?, ¿céntimos?, ¿euros? De lo que sea son millones de unidades.
Los efectos a nivel del médico que los recibe están estudiados. "A mi no me afecta nada, pero a los demás si les afecta" dicen todos.
El tema esta en que si los siguen repartiendo es porque les funciona. Y porque de ilusión se vive... aunque acabe en la basura
la foto como siempre de http://www.recorreribiza.com/2011/06/calo-des-moro-cala-gracio.html
Te lo dan (o lo consigues en un congreso). Te hace ilusión. Lo abandonas en un cajón. Reaparece -con menos ilusión-. Se lo regalas a un sobrino. Le hace mucha ilusión. Lo deja en un cajón. Reaparece -con menos ilusión-. Se lo regala a un amigo. Le hace mucha ilusión. La madre del niño lo tira a la basura,....
Ahí acaban todos tarde o temprano: en la basura, en el reciclaje... o inutilizados en manos de algún acaparador obsesivo.
¿Cuánto valen?, ¿céntimos?, ¿euros? De lo que sea son millones de unidades.
Los efectos a nivel del médico que los recibe están estudiados. "A mi no me afecta nada, pero a los demás si les afecta" dicen todos.
El tema esta en que si los siguen repartiendo es porque les funciona. Y porque de ilusión se vive... aunque acabe en la basura
la foto como siempre de http://www.recorreribiza.com/2011/06/calo-des-moro-cala-gracio.html
6 comentarios:
que bueno a mi me encantan, lástima que los labs me tienen de lado. por aqui ando de elucubraciones, inmerso en una tarea improba y de futuro incierto pero por escrito lo que me deja vacío para blogear. eso no me impide seguirte fielmente.
abzs compañero!
Jajaja, me he muerto de la risa con el blog de Lis, ¡increible!
Un saludo,
jony una alegría verte por aquí. Parece que los blogueros tienen todos alma de escritor y viceversa, Lizardo, Raul,.. y ahora también tú
En fin, ya nos contarás cuando puedas.
Abrazos.
Gracias Jordi, la iniciativa de Lis es de lo más saludable que he visto como reacción a la situación de los médicos con cuatro frentes abiwertos: el paciente, la administración, la industria y su propia formación.
Un saludo,
Hola,Miguel!Soy una compañera Psiquiatra q sigue tu blog con asiduidad...Me gustaría contactar contigo,si fuera posible...T dejo mi correo electrónico: mariafonso78@hotmail.com
Muchisimas gracias!
Hola compañera, creoq ue me has envidado mal el mail, porque escribo y me responde como que no existe,...
Mi mail: miguelpsq@hotmail.com
Un saludo.
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