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sábado, 23 de julio de 2011

Otras visiones de la genética


Esta entrada la iba a enviar a prensa pitiusa, pero me corté. Ya soy bastante raro como para decir que la genética es una exageracion

Cualquier que este interesado en la genetica conocerá a Bruce H. Lipton, un acreditado biologo molecular con importantes estudios sobre la clonación de células. Escribió sobre la Epigenética antes de que esta existiera (en el 1977 ya tenía dos publicaciones al respecto) Pasó por la universidad de Wisconsin, luego por Stanford y actualmente es un cientifico maldito por sus compañeros.
Escribió un libro titulado: “la biologia de la creencia” en el que narra sus conocimientos sobre la genetica y como luego los revisa y se enfrenta a una comunidad científica con la que es díficil dialogar si no aceptas sus verdades “de consenso”.
Esto de que un investigador critique sus propias investigaciones no es algo nuevo en las neurociencias. De hecho el mismo investigador que describió la importancia de la adrenalina en la depresión despues lo negó, demostrando con experimentos que se había equivocado. El problema es que, en ocasiones, la comunidad científica funciona como el periodista de “Sucedió una noche” de Frank Capra -interpretado por Clark Gable- cuando decía: “No dejes que la verdad estropee una buena noticia”. (frase recopilada de un blog amigo) Es mejor titular la teoria de la serotonina, la adrenalina, etc.. que reconocer que no sabemos lo que pasa realmente
El doctor Lipton, -que ha publicado artículos en revistas de tanto prestigio como Science- viene a decir que la carga genetica ni determina las condiciones biologicas ni es un factor condicionante fundamental. No somos maquinas bioquímicas determinadas por nuestros genes. Somos algo más.
El ejemplo que pone Lipton para explicar la responsabilidad de los genes en ciertas enfermedades y características personales es:¿tiene la llave la culpa del accidente de coche? El gen sería la llave, pero hay un conductor, una carretera, unos neumaticos, numerosa piezas en un motor,... La llave no es ni siquiera necesaria para que comience el proceso.


Esos titulares llamativos de “hallado el gen de la esquizofrenia”,o “la ansiedad es genética”, etc.... son simplemente titulares llamativos. En general los medios de comunicación confunden correlación con causa. Si uno no tiene ningún gen para la esquizofrenía, pero se le somete a estrés en la infancia, se le dan drogas y se le educa sin afecto, posiblemente tengamos un paciente con síntomas de esquizofrenia aunque no tenga ningún gen para ello. Desde luego hay ebfemedades como la corea de huntington, la fibrosis quística o la betatalasemia que son causadas por un único gen defectuoso, pero muchas otras son producto de una compleja intecracción del sujeto con el ambiente. De un sólo gen el ambiente puede crear 30.000 variaciones
Uno de los descubrimientos importantes de los que habla es la transferencia de genes. No sólo hacia la descencia de la misma especie y de manera individual, sino entre especies. Es decir, los genes de un tomate se pueden transferir a una bacteria, y los de una bacteria de una especie a otra bacteria totalmente diferente.
De momento un tema sobre el que hay más preguntas que respuestas.


La imagen de Joan http://www.recorreribiza.com/2010/12/cala-nova-ii.html

11 comentarios:

Juan Larban dijo...

Apreciado Miguel:
Enhorabuena de nuevo por tu interesante y oportuno escrito del 23 de julio de 2011 sobre la genética y la epigenética. ¡Lástima que tu complejo de raro te haya impedido divulgarlo más ampliamente en tu tribuna de opinión de La Prensa Pitiusa!
Me permito escribir este comentario aclaratorio para salir al paso de tu afirmación sobre Bruce Lipton, autor e investigador que conozco y admiro. “Bruce H. Lipton escribió sobre la Epigenética antes de que esta existiera (en el 1977 ya tenía dos publicaciones al respecto). Dejar esta afirmación sin respuesta supondría continuar relegando en el desván del olvido al verdadero creador de la epigenética, [Conrad Hal Waddington, (1905-1975)] disciplina que dio a conocer en 1956.
El término epigenético, (epi = prefijo griego que significa sobre o por encima de, de lo genético en este caso), fue introducido en 1956 por Waddington, (Waddington, C. H. 1956, y Waddington, C. H. 1980) con el objeto encontrar respuestas a las preguntas que la genética pura, aislada de otras disciplinas, no podía responder. Conrad Hal Waddington, (1905-1975) fue un biólogo del desarrollo, paleontólogo y genetista escocés, y uno de los fundadores de la biología de sistemas; fue además, uno de los mayores y más avanzados científicos, integradores de diferentes disciplinas como la genética, la embriología y la evolución. Analizó los límites de la genética de poblaciones, y también advirtió de los problemas acarreados por la exclusión del desarrollo de la síntesis evolutiva moderna. Frente a la separación radical entre genotipo y fenotipo, Waddington propuso el término “epigenotipo”, referido al proceso de desarrollo, y el término “epigenética” como la ciencia encargada de su estudio. Waddington, un avanzado investigador-integrador (de diferentes disciplinas científicas) de su época, ya nos dice en 1956, “parece que los cambios en el genotipo sólo tienen efectos en la evolución si traen consigo alteraciones en el proceso epigenético por el que se forman los fenotipos; y los tipos de cambio posible en el adulto o en cualquier animal están limitados a las posibles alteraciones en el sistema epigenético por el que éste se produce”.
La epigenética describe al conjunto de interacciones existentes entre los genes (genoma) y su entorno, que conducen a la expresión del fenotipo. Dicho de otro modo; el material genético contenido en los genes, se expresará, se manifestará, y se hará visible o no, en función de la interacción con el medio.
Juan Larbán

Hilari Andrés dijo...

Felicidades por la entrada, fomentas a la reflexión y duda sobre los pilares de la ciencia en tanto que la psiquiatría es ciencia con “sus evidencias”. Yo, hasta hace poco y después de interesarme sobre tu tema (y otros temas que rodean a la Salud Mental), estaba convencido y lo tenía asumido como Enfermero Especialista de Salud Mental, como el que tiene fe en algo que es seguro y “los que dudan de ello no son parte o tienen falta, incluso de profesionalidad bio-sanitaria”…de la “esencial” alteración genética para sufrir enfermedades como la esquizofrenia o el trastorno bipolar…pero actualmente, me estoy olvidando (o lo dejo para otros) por la biogenética Y CADA DIA LO TENGO MAS CLARO…apuesto por líneas de intervención (por supuesto también investigación) pisco-sociales o ambientales…quien trabaje en el entorno (No despacho) de la persona sabrá que el síntoma e incluso el gen no es el verdadero problema, son otros!! Como los efectos 2ºs de los Ttos., falta de vivienda, empleo, amistades…donde el estigma sería la causa o “la llave que enciende el motor del coche”.

Saludos,

Hilari ( www.tiralosmuros.blogspot.com )

Blog salud mental dijo...

Qué interesante y con que sencillez nos explicas temas tan complejos.
Un saludo!
Esther.

pere dijo...

bravo por sacudir algunos dogmas aunque vengan envueltos de la marca 'científico' !!
"The great tragedy of Science - the slaying of a beautiful hypothesis by an ugly fact" (Thomas H. Huxley)

supongo que lo conoces, pero igual recomiendo al blog de Máximo Sandín "http://www.somosbacteriasyvirus.com/"
que es un pilar de la desmitificación,
un abrazo

Anónimo dijo...

"... El problema es que, en ocasiones, la comunidad científica funciona como el periodista de "Sucedió una noche" de Frank Capra -interpretado por Clark Gable- cuando decía: "No dejes que la verdad estropee una buena noticia"...".

La comunidad científica, como cualquier otra organización o institución -si es que pudiésemos contemplarla bajo este prisma, ya que es un ente un poco más complejo-, no es perfecta, tiene sus fallos. Este blog se ha hecho eco en muchas ocasiones de cómo el capital "se relaciona" con la comunidad científica siendo el resultado final de dicha relación un mensocabo o una falta de rigor sobre la enfermedad mental.

Sin embargo, afirmar que la comunidad de científicos no persigue la verdad y sí una buena noticia, equiparándola de este modo a lo que hacen los medios de comunicación -totalmente adscritos a los intereses económicos- me parece un craso error.

Lo que en definitiva se observa (y lo cual a mi personalmente me entristece al mismo tiempo que enerva) es la puesta en escena de la lucha entre los propios científicos en la búsqueda de la verdad, sobre todo en neurociencia. Son indiscutibles, repito, indiscutibles, (o al menos así me lo parece a mí) los resultados que arrojan los estudios epidemiológicos; la alteración de un determinado gen se relaciona de forma estadística con tal enfermedad. También lo son los mecanismos moleculares que intervienen en la genética; nadie puede cuestionar su validez, están suficientemente demostrados. El salto que supone inferir que la alteración de un gen equivale a una enfermedad, mental en este caso, bajo mi punto de vista es correcto.

Aunque (y creo que en este aunque se resume todo) no podemos obviar los ejemplos que nos muestran enfermedad y sin embargo no hay alteración molecular o genética. Nos indican que algo está ocurriendo y no somos capaces de verlo, tan solo eso. El problema me atrevería a decir, quizá de forma filosófica, es la prepotencia que en ocasiones exhibe el ser humano. Los biólogos moleculares no aceptan que les "tosan" en la cara, creen estar en posesión de la verdad o al menos piensan que son los que más cerca están. En el otro bando, están "los del algo más" difuminando si cabe aún más la delgado línea que separa observar un hecho y demostrarlo.

Luchas de poder, de egos, con el dinero mezclado por medio, colegios encubiertos, departamentos de algunas universidades que mantienen comunicación con otras universidades... más dinero para unos, menos dinero para otros... ciencia.

En fin, un saludo.

Miguel dijo...

Apreciado Juan:
Muchas gracias por tu aportación sobre la obra de Waddington, y muchas gracias por dejar huella al pasar por aquí.
Un fuerte abrazo.

Miguel dijo...

gracias Hilari, como decía uno de mis maestros "a los psicoticos les hace falta amigos, vivienda y trabajo... como a cualquier otro humano". Además a nivel de la clínica diaria, en las trincheras, los genes nos caen muy lejos y son poco dados a sentarse con nosotros en la mesa.
Un abrazo.

Miguel dijo...

gracias Hilari, como decía uno de mis maestros "a los psicoticos les hace falta amigos, vivienda y trabajo... como a cualquier otro humano". Además a nivel de la clínica diaria, en las trincheras, los genes nos caen muy lejos y son poco dados a sentarse con nosotros en la mesa.
Un abrazo.

Miguel dijo...

gracias Esther, lo iré elaborando para abarcar más partes simples de este tema complejo.
Un abrazo.

Miguel dijo...

gracias por el halago y la recomendación Pere. Ya le he echado un vistazo y , como todas las recomendaciones que me has hecho me parece una pagina muy interesante que en breve ira al sector de blogs recomendables.
Una abraçada.

Miguel dijo...

En varios puntos coincidimos y otros ya han sido objeto de dialéctica en este y otros blogs amigos, anónimo.
He colocado un "en ocasiones" en el párrafo que citas. Quizás sea vehemente. La comunidad científica desde luego tiene sus fallos. Quizás los señalemos con mucha frecuencia, pero creo que es necesario hacerlo. Ha de existir una voz critica en todas partes ( y la estimo cuando es audible y comprensible)
Los resultados de los estudios epidemiológicos lamentablemente no son indiscutibles en neurociencias. Algunos son 100% exactos. Por ejemplo la corea de hungtinton y el gen4p16.3 que porta unos 5000 genes de los cuales se sospecha que 27 están relacionados con enfermedades. si tienes el gen tienes el cores. Se sabe que codifican una proteína que han llamado huntingtina de función aún es desconocida.
Pero en las enfermedades mentales es diferente y hay muchos fallos. El primero: si tomamos cien esquizofrénicos según quién los diagnostique igual aparecen sólo cincuenta. (ya sabes que la correlación interpsiquiatras es muy baja) así que es difícil hacer un estudio con enfermedades sin diagnóstico claro.

Los bandos hay más bandos... los del algo más, los poseedores de la verdad,... y los que estamos como jubilados mirando una obra (que no veremos acabar) diciendo lo que hacen mal. Viendo muchas de las cosas que señalas y además -en esta y otras podemos polemizar- que el salto de la proteína a la enfermedad pasa por el ambiente, lo social y la biografía del individuo.
Yo creo (cuanto de credo en la psiquiatría) que los genes influyen y que son influibles. Que las proteínas codificadas no ejercen la misma función en un individuo A que en un individuo A con mucho apoyo social... y a los hechos de la práctica clínica y a estudios (serios) presentados en los foros habituales de la ciencia me remito.
Claro que los genes influyen,... pero saber eso ¿me da menos o más opciones terapéuticas? ¿me paraliza o me abre puertas?...
Ademas de cierto o falso (que de momento no lo sabemos) hay algo más: útil o inútil.
Un saludo y bienvenido.

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