Ayer viene una antigua compañera de trabajo, a la que le habían dado pautas para tratar a su hijo. Lleva cinco años con pautas y el niño ahora se ha puesto mucho peor.
Las pautas consistían -básicamente- en fomentar la independencia del niño mediante recetas de libro.
Hasta allí bien.
Solo hay un problema con las recetas... se habían olvidado del tiempo de cocción y del estado de los alimentos.
Es decir, el niño no estaba preparado para afrontar la independencia. Las pautas eran adecuadas... pero en otro niño, no en ese que no estaba preparado. Los alimentos estaban verdes y el tiempo de cocción ha sido rápido han querido hacer una presa iberica a la reducción de vino tinto en el microondas y con un vino que aún era mosto.
El tema es que en el colegio han de seguir unos "tiempos de maduración" obligatorios, los que maduran más deprisa que se congelen los que maduren más lentos que corran (por eso en parte déficit de atención e hiperactividad) y si tienen problemas y van al mundo psi a pedir ayuda se encuentran con lo mismo: pautas cognitivo conductuales -o recetas de otro tipo- cual cama de Procusto...
Pensemos, respetemos al individuo, no les dejemos ganancias secundarias -excesivas- pero tampoco forcemos pautas.
A este en concreto le escondieron el objeto transicional aprovechando que estaba enfermo y le dijeron que lo había perdido la mujer que iba a ayudar a la abuela. Esto fue hace casi un año.
Menos mal que la madre (más cabal) lo guardó y ayer hizo como que lo encontraba por casualidad.
El chaval lo abrazó, lo besó, y lo dejó guardado con los otros juguetes. Ya puede dejarlo, ya es capaz, pero no hacía falta arrancárselo y construir en falso.
la imagen de Joan Costa en http://elcristaldemisgafas.blogspot.com/2011/04/pisando-fuerte.html
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