Hoy una entrada http://dra-amalia-arce.blogspot.com/2012/01/o-me-atienden-ya-ollamo-la-policia.html narra un mal rollo en urgencias. Intento ponerme en el lado de la madre angustiada, intento ponerme en el lado de la gente urgencias... y me llama la atención esa frase tan repetida de Belen Esteban: "yo por mi hija MATO, MA-TO" (de la que hay camisetas, tonos de móvil,...)
Mi pregunta es: señora, ¿no le vendría mejor a su hija si usted amara?,....que bonito seria que esa Andreita creciese oyendo gritar: "Yo por mi hija AMO, A-MO"
La foto de http://www.recorreribiza.com/2011/12/cala-mastella-iii.html
2 comentarios:
La verdad es que hay mucha crispación en el ambiente. Muchos derechos y pocos deberes por parte de la mayoría del personal. Y en efecto las madres somos muy viscerales.
Paz y amor, y la Belén Esteban a la tele del salón.
Lo cierto es que tuve una experiencia parecida a la que relata Amelia, la hija de una amiga mia con diez años de edad presentaba mareos y fuertes dolores de cabeza.
En urgencias la fueron dejando en espera con un diagnostico de ansiedad y la recomendación de que visitará al oftalmologo.
Mi amiga no llamo a la policia, pero cuando llego su marido monto un pollo como dicen por aqui que obligo a realizarle pruebas más serias a la niña.
Era un aneurisma cerebral y durante un tiempo quedo con paralisis en una parte de su cuerpo y visión borrosa.
Ante la desesperación es lógica la reacción. Ya se que los médicos no tienen visión laser en sus ojos y que estan siendo utilizados como máquinas con mayor número de pacientes, mayor presión social por parte de estos y de sus mandos...
En fin, lo que te decía que ahora todo el mundo tiene muchos derechos y en contraprestación unos escasos deberes.
A veces la desesperación salva vidas, a veces entorpece el sistema y ocasiona perdidas por ello.
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